||Karol||
—Tienes que comer cariño— regalé una pequeña sonrisa a Carmen para mirar el plato... No, No quería nada, aquella comida no se veía apetitosa, además mi cuerpo estaba más que cansado, solo quería seguir durmiendo como lo había hecho desde aquel momento.
—La doctora ha dicho que tienes que estar sana y fuerte— suspire rendida. Tenía que comer aquellas verduras asadas, no había remedio.
Quien lo diría había tenido una dificultad por su culpa, ¿acaso se puede odiar mas a una persona? pues la respuesta es, Si. Por su culpa estaba en aquella situación nada buena, toda era tu jodida culpa.
Pude hacer pedido a mi pequeña y eso era algo que me mortificaba día y noche, el pensar que este escenario pudo ser peor me unía en una tristeza infinita.
—¿Cuando voy a irme de aquí?— pregun
