Capítulo 50. Mas revelaciones impactantes... ¿Quién era ese hombre? En la ciudad. Paulina permanecía sentada en la mesa del comedor, los documentos extendidos frente a ella como piezas de un rompecabezas maldito. La cláusula 17 brillaba en tinta casi invisible bajo la luz amarillenta del velador. La había leído tres veces y, aun así, le costaba asimilarlo: El papel temblaba entre sus dedos. Descendencia directa. No bastaba con el matrimonio… tenía que quedar embarazada. Y todo antes de cumplir veinticinco. No le quedaba claro porque su madre quería algo similar... aunque viéndolo por otro lado, si nunca se hubiera enterado de la infidelidad de Antonio, quizás en este momento estaría a punto de embarazarse. -- Hija de… -- susurró, mordiéndose el labio con rabia mientras pensaba en Patri

