Isabella Martinez
Entré a la discoteca con una pequeña sonrisa en el rostro
— iré a conseguir el VIP y regreso— escuché a una de mis amigas decir y ambas se fueron en busca de alguien que nos subiera a la zona exclusiva de la discoteca.
No pude evitar negar con la cabeza mientras sonreía, de Karla y Vanessa no esperaba menos.
Ese no era mi estilo como para ir con ellas así que caminé directamente hacia la barra aunque me había prometido a mí misma no ingerir alcohol el día de hoy porque mañana comenzaría mi primer día de trabajo quería celebrar que ya tenía trabajo después de dos semanas buscando trabajo sin descanso.
al fin una empresa había decidido darme la oportunidad y no cualquier empresa era una de las mejores del país, merecía un bebida para celebrar al menos yo sola.
— ¿Me das un mojito por favor?— Le pedí al chico de la barra pero el hombre estaba tan ocupado que ni me prestó atención
Bufe.
Aún así tomé asiento a esperar que se desocupara un poco para poder llamar su atención una vez más.
— Buenas noches — Oi a alguien decir, mire a mi lado un hombre se sentó junto a mí, vestía un traje por lo cual parecía llamar la atención.
aparte la mirada lo más rápido posible, no quería verme mal por mirarlo tanto.
— Buenas noches — fui cordial con él
— dame un mojito y un whisky por favor — Pidio
El barman rápidamente lo atendió y colocó ambas bebidas frente a él, o venía muy a menudo aquí o era alguien importante como para que el barman lo atendiera tan rapido.
El hombre trajeado colocó el mojito frente a mí, lo mirarlo y sonreír levemente.
— Gracias, no hacía falta pero gracias — le dije, en ese momento logré detallarlo un poco más.
¿Que hacía un hombre como él en este lugar?
No sueles ver un hombre como el por aquí.
— no tiene nada que agradecer señorita— su léxico y su tono de voz me hacía saber que posiblemente era un hombre adinerado que estaba haciendo algún negocio aquí.
Aparte la mirada rápidamente sintiéndome avergonzada por mirarlo durante tanto tiempo.— sin embargo le permitiría agradecerme quizás aceptando bailar conmigo— le dio un trago a su bebida y se levantó del asiento, una vez más lo miré tenía su mano extendida hacia mí.
Le di un pequeño trago a mi mojito y me bajé también, tome su mano y nos dirigimos hacia la pista.
Sonaba una electrónica y todos bailaban disfrutando de la música, como pude nos hicimos espacio en el medio de la pista, en donde las luces eran más intensas pero había más espacio y la música se escuchaba mejor.
el me miraba expectante, no sé si él no sabía que hacer o solo estaba esperando movimiento de mi parte.
Comencé a mover mi cadera al ritmo de la música mientras él intentaba seguirme el paso, mientras bailaba lo detalle un poco más, tenía que admitir que aún podía ver que el hombre me llevaba al menos 20 años era muy actractivo, sus ojos claros me miraban como disfrutando de cada movimiento que yo estaba haciendo, su rostro no tenia ni una arruga, su piel se veía tan perfecta.
Que hombre más interesante me parecía el hombre que apenas y lograba seguirme el paso al bailar.
Me regañé a mí misma.
esto solo sería un baile y ya ¿no? dudo que un hombre como él que estaba frente a mí buscara algo más.
— ¿Que lo trae por aquí un domingo en la noche?— me atreví a preguntar entre gritos intentando que lograra escucharme
— una reunión de negocios sin embargo una hermosa mujer entrando a la discoteca llamó mi atención así que me acerqué a invitarle un trago, a esta edad uno aprende a tomar riesgos— me reí antes su forma de coquetear conmigo
Estaba coqueteando ¿no?
¿Por qué un hombre como él coquetería con una mujer como yo, puedo ver a mujeres más hermosas que yo en esta discoteca.
¿por qué yo?
— Entonces espero que esa mujer agradezca el detalle— le dije mientras me acercaba un poco más a él, sus pasos eran torpes mostrándome que no estaba acostumbrado a este tipo de música, no tardó mucho en colocar su mano en mi cintura atrayéndome un poco más hacia él, aunque me pareció atrevido no quité su mano de mi cintura, mis movimientos se hicieron un poco más suave y sentí una pequeña electricidad cuando su piel tocó la mía.
Un hombre como él es justo lo que necesito.
solo una noche.
— no estoy esperando que agradezca solamente estoy esperando que disfrute de la noche ¿Y a ti? ¿Que trae a una mujer tan joven y tan hermosa como tú a una discoteca un domingo en la noche?— preguntó.
— me acabo de mudar a esta ciudad hace dos semanas aproximadamente y al fin he encontrado un trabajo así que vine a tomarme un trago antes de comenzar mi vida adulta— le dije mientras sonreía.
Tomé su mano y lo saqué de la pista, podía ver lo incómodo que estaba y aunque me causaba gracia no quería que se sintiera incómodo solamente para poder hablar conmigo.
Cuando volvimos a la barra el barman sacó nuestros tragos y los colocó frente a nosotros
Algo me dijo que el señor junto a mí era conocido en este lugar o alguien muy importante, quizás solía venir para buscar chicas jóvenes como yo todos los fines de semana y este simplemente era su modus operandi
el baile me había dado algo de sed así que no tarde en tomar el líquido que tenía en el vaso.
— espero que te vaya muy bien en tu vida adulta y que puedas disfrutar de la noche pero si vas a trabajar mañana espero que no ingieras tanto alcohol— negué con la cabeza.
— solo un trago para brindar mañana tengo que llegar sobria, me han dicho que mi futuro jefe es un gruñón y un ogro así que mañana quiero estar perfecta para que no tenga ninguna queja sobre mí— le dije mientras sonreí — Quiero ser perfecta para él
Lo vi reír y aquella risa me pareció tan encantadora.
Tuve ganas de besarlo
Era la primera vez que un hombre tan maduro como él me llamaba la atención, solía poner mis ojos en chicos de mi edad sin embargo esta vez quería algo diferente.
nunca me había considerado alguien atrevida pero ¿por qué no? solo una vez, solo una noche lo vería.
— seguramente cuando te conozca siempre y cuando seas profesional con él sabra que serás una perfecta adquisición para su empresa — Aseguro, me acerqué un poco más a él.
— gracias— susurre en su oído fingiendo que era para que pudiera escucharme y luego me alejé un poco
No lo vería nunca más
Hola y adiós.
Sería un buen comienzo en mi vida adulta, sin nada que me pueda recordar a aquello que protegí durante mucho tiempo... mi inocencia.
— No tienes nada que agradecer, dame otro whisky por favor — Le pidió a
barman
pude notar sus nervios, quizás lo había juzgado mal y no solía hacer este tipo de cosas, yo tampoco creo que teníamos algo en común.