Capítulo 14.

1123 Palabras
La luz se filtra un poco por las cortinas ligeramente abiertas, el viento sopla cálidamente levantado un poco las cortinas. Una joven niña se remueve en su cama bostezando estirando su mano para apagar el despertar. Se levanta estirando su cuerpo para darse un baño. —Sam, date prisa, Felipe no espera — Escucho unos ligeros todos y la voz de Enzo se escucha. Su corazón late de prisa al escuchar el nombre de aquel chico castaño un poco moreno con ojos claros, sus mejillas se tiñen de su rojo al recordar que toda la noche estuvieron hablando. Se alista rápido y baja las escaleras de dos en dos hasta llegar al lado de su hermano. —Vamos— Es la primera en salir recibiendo el sol en su rostro, achica un poco sus ojos, mirando frente a ella se encuentra apoyado en un auto con sus manos metidas en sus bolsillos observando a ambos hermanos. Sus mejillas se colocan rojas, al ser el centro de atención de él. Él le da una sonrisa de boca. —¿Qué pasó hermano? ¿Por qué esa cara tan larga? —Enzo le dice cuando se acercan. Siendo Samara, la más baja de ambos chicos. —Nada, pelee con mis abuelos esta mañana, ya sabes —Niega abriendo la puerta del auto. —Hola, Sam —Le dedica una sonrisa pequeña. —Hola, Felipe —Su corazón martillea. Se suben al auto y el chófer lo enciende, al llegar a la secundaria Samara es la primera en bajarse y con una sonrisa se despide para correr hacia sus amigas. —Nos vemos — Sale corriendo hacia sus amigas que la esperan emocionadas por lo que ella les dijo esta mañana. Samara aún siente los labios de Felipe junto a los suyos, su tacto aún hormiguea. Maila, niega con una mueca, ella no lo quiere cerca de su amiga. —No te quiero con mi hermana Felipe —Le advierte Enzo —Ya tienes novia — —Samara es tu hermana, jamás jugaría con ella — Miente descaradamente. Si le gusta ella, pero no pueden hacer nada de lo que hace con su novia. Sam es pura y a él le gusta que lo sea. —¿Qué le ves? —Maila hace una mueca mirando mal a Felipe. —Lo mismo que tu a mi hermano — —Lo conozco desde que tengo uso de razón, me gusta desde que supe que era atracción por el sexo masculino.—Ella sonríe toda enamorada. Todas se alejan pasando al lado de un grupo de chicas de otra escuela. Se detienen en la puerta antes de entrar. —¿Sam qué sucede? — —Mi teléfono, lo dejé en casa— Hace una mueca. —Voy a decirle a Enzo que no lo traje — Al darse la vuelta y dar los primeros pasos bajando las escaleras queda pegada a ellas, de pronto todo su mundo se vino abajo. Su corazón es roto en mil pedazos. Sin poder evitarlo lágrimas brotan de sus ojos al ver como Felipe besa a otra chica. Anoche él. Ella niega adentrandose al edificio corriendo hacia el baño y sus amigas detrás de ella. —No llores, el no vale la pena—Rosmary intenta animarle, mientas Maila busca a Enzo junto a Fabiana y Solana. —Él anoche me dijo que yo le gustaba, él—Llora desconsolada en los brazos de su amiga. —¿Qué sucede? —La voz de Enzo hace eco afuera del baño —Dejen de verse la una a la otra y díganme que pasa — Samara con cuidado se levanta de suelo, se acerca al lavado y limpia sus lagrimas. —Enzo —Habla lentamente, Enzo frunce sus cejas al ver los ojos hinchados de hermana menor. —¿Quién te hizo llorar? —Sam baja la vista . —Felipe —Maila dice con una mueca —Estuvo jugando con Sam todo este tiempo— —¿Que dices?— —Felipe estaba enamorando a Samara, teniendo una novia Enzo, Sam, no lo sabía — —¿Es verdad? —La ira lo envuelve. —Le dije que con ella no se metiera —Piensa con recelo. —Desde hace varios meses hemos estado hablando a espaldas de ti, mamá y papá, salía con él y anoche el me dijo que yo le gustaba —Trago con fuerza cuando un enorme dudo se instala en su garganta. —Ese bastardo — Se da la vuelta apretando sus puños. —Enzo, ¿Qué harás? — —Darle una lección — —No, Enzo, él es tu amiga, tu y él — Se frena y toma a samara por los hombros negando. —En el momento que te metió en su estúpida lista de conquista dejo de ser mi amigo Samara. Yo le dije perfectamente que contigo no— Ya no lo reconoce, desde que los padres de él murieron el año pasado, Felipe estaba irreconocible. Pero aun así lo sabía, con Samara no, ella es la regla, es su hermana ¿Como se le ocurre jugar con ella? Sin esperar al verlo en el patio trasero se abalanza sobre él y lo empuja. —Bastardo— Su enojo se incrementa al ver que está con la chica que a él le gusta, lo golpea lleno de ira, él que creía su mejor amigo, murió el día de hoy. —Te dije que con mi hermana no se jugaba —o vuelve a golpear —Es mi hermana—Lo apunta—Te quiero lejos de ella —Toma su mochila camina hacia su hermana y tomando su mano, siendo el centro de atención. —¿Estás bien?.—Lucia, le pregunta muy preocupada a Felipe, él asiente tocándose su mandíbula. —Muy bien.—Se levanta, mirando fijamente por donde los hermanos Hervet se alejan. ** Abro los ojos de golpe con mi respiración acelerada. ¿Acaso eso fue un sueño? —Sam, ¿Qué tienes? ¿Tuviste una pesadilla?— Trago saliva y niego llevando hacia la ventana del auto. —No solo sentí que me caía de un acantilado— —Ay no, eso es tan horrible, te despiertas todo desorientado — —Si— El auto se detiene frente a una enorme reja, mi hermano baje el vidrio y pulsa el boton de comunicador. —¿De parte de quien viene? — —Somos Enzo y Samara Hervet— —Oh, una disculpa, señores Hervet, los señores Garnol, los estan esperando — Las enormes rejas son abierta y siento como mi corazón empieza a latir como un desquiciado. No puedo controlarme, ese sueño y los hermanos Garnol. Todo se está uniendo.
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