Prologo

421 Palabras
Me encontraba con el mismo vestido que usaba la noche de la Navidad, tan solo habían pasado unas horas de lo sucedió con Christian y Drew. No podía dejar de pensar en esa terrible noche, aunque había sucedido en unas horas, iba en el avión hacia Madrid, ahí estaba la universidad, dormiré un poco antes de que aterrice el avión en tierra. Solía creer que la vida de adulta sería más fácil, y me equivoque, quiero regresar el tiempo, a cuando tenía cinco años. -¡Christian!, espera.-Grite fuertemente Pero él seguía caminando, sin si quiera mirarme, ¿Qué rayos le sucede? -Christ..-Trate de pronunciar su nombre, pero escuche que alguien más le decía. -Christian.-Murmuro, una voz femenina El volteo girándose a ver quién llamaba, por su nombre, trate de tocarlo pero en vano, ¿Que sucedía? -Se fue.-murmuro con la voz quebrada ¿Quién se había ido?, ¿Quién era ella? Tenía el cabello lacio, y n***o con los ojos con azul profundo, que podría derretir a cualquier hombre. Las lágrimas de Christian se hacían más notorias, una tras otra, sentía que mi corazón iba explotar en cualquier momento. -Allyson se fue para siempre Beck.-Dijo alargando un sollozo más grande que había escuchado en toda mi vida, aparte de los míos. -Ella está en un lugar mejor.-Susurro abrazándole -No lo está, ella me dijo antes de morir, que siempre donde estuviera yo, iba estar mejor, y ella se fue maldita sea, me dejo.-empezó a gritarle a la azabache ¿Qué? ¿Muerta? -Señorita.-susurraba alguien.-Señorita-.toco mi brazo Desperté de golpe tocándome el corazón, comprobando que estaba viva, y había sido un terrible sueño, se había sentido tan real... -Estamos a punto de aterrizar, y creo que estaba teniendo una pesadilla, ya que lloraba.-murmuro con cierta pena en su rostro -¿Esta bien?-.Pregunto -Creo que si-.Murmure Baje del avión y me adentre al aeropuerto, era muy grande, como en estados unidos, tome mi maleta, mis otras pertenencias las transferencia en algunas semanas, era muy gracioso escuchar a las personas que conversaban. Escuchaba mucho *j***r tío*, *Chaval en que lió te has metido* Cuando tenía ocho años mi papa me obligo a estudiar el español, ya que en muchas partes del mundo se hablaba, como en México, en algunas partes de Europa, y en muy pocas partes de estados unidos. Él decía, que es una, de las lenguas muy difíciles de aprender, y muy importantes. Aún tenía una sensación muy desagradable, por el sueño que había tenido. *Muerte* seguía repitiendo mi cabeza.    
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