Narra Cristian Te tengo justo donde te quiero. Si bien no es mi intención parecer un villano de una historia de origen de superhéroe con un ritmo deficiente, cuando me desperté esta mañana, decidí que me uniría a cualquier juego que Mia esté jugando. Mientras permanezca alerta, llegaré a la verdad más temprano que tarde. Y si no es así... Una vez que Mía se reúne conmigo en mi oficina, cierro la puerta y me dirijo a mi escritorio. Hago un gesto hacia el sofá blanco de tres piezas que tengo al lado. —Adelante, toma asiento—recojo una carpeta de mi escritorio y, cuando me doy la vuelta, Mía está situada en el otro extremo del sofá—¿Realmente trabajaste en Estudio 42 ?—le pregunto y ella asiente—¿Realmente renunciaste? —¿No lo dice en mi currículum? —bromea, y es lo más atrevido que la

