No hablamos durante un tiempo. Todo lo que podía escuchar además de su respiración eran los débiles ruidos de la celebración afuera. Me estaba mirando con esos hermosos ojos verdes que se movían de mi cabeza a mis pies. Aparté la mirada, que se sentía como si sus manos se estuvieran moviendo arriba y abajo por mi cuerpo. A duras penas me mantuve entero mientras ella permanecía allí tranquila y serena. "Pensé en este momento durante un rato. Tratando de averiguar la mejor forma de disculparme", comenzó, sin perder contacto visual. "Ahora estoy sin palabras. Te ves hermosa." Fue como si esas palabras dijeran todo lo que quería escuchar. Cerré la distancia entre nosotros y capturé sus labios con los míos. Nuestros besos eran hambrientos, ambos luchando por el dominio. No importaba por

