8.Los nuevos vecinos

799 Palabras
Me desperté por la mañana ya que estaba escuchando muchos ruidos fuera y aparte al minimo ruido que escuche me despierto así que decidi mirar por la venta y me encontré a los que parecían mis nuevos vecinos, en eso llega mi abuela y me dice que me arregle para ir a visitar a los nuevos vecinos. Me puse algo comodo y mi abuela había echo un pastel para darles la bienvenida . Mi abuela y yo nos dirigimos a la casa de los vecinos y nos abrió una señora que parecía ser bastante más adinerada que la mayoría de gente que vivía en esta zona y eso que era un barrio de dinero. -Hola, no esperaba visitas - dijo con un tono de superioridad y eso ya hacia que me cayera mal -Hola, mucho gusto, sentimos haverla molestado- dije con un tono amable -No ya no pasa nada la molestia esta echa Al decir eso le quería estampar el pastel en la cara pero me contuve -Le emos traído un pastel de bienvenida- habló mi abuela -Gracias-dijo cojiendo el pastel sin interes-quereis pasar? Yo sentí que se estaba viendo obligada a hacernos pasar pero aún así aceptamos. - Oh, perdona mis modales, soy Sofía-dije extendiendole la mano y su expresión facial cambio de sería a sorprendida -Yo soy Doña Sofía Hidalgo-dijo aceptando el apretón de manos A los segundos me di cuenta de su apellido así que pregunte. -Siento que le pregunte esto pero dijo Hidalgo? -Emmm si dije eso es mi apellido ya que estoy casada- dijo enseñando su añil los de compromiso En ese momento ví algo que nunca habria deseado ver... -Y tiene hijos?? - le pregunte aguantando me las lágrimas. - Sofi deja de preguntar- dijo mi abuela mirando por la ventana. -Si tengo 3- dijo tirando el pastel a la basura y ignorando a mi abuela. Mi abuela todavía no se había percatado de la situación así que hable... -Donde hay un baño?? -Las escaleras para arriba al final del pasillo Subí las escalera lo más rápido posible hasta llegar a baño y allí fue cuando no pude más y empeze a llorar ya que yo era una persona muy sensible sobre todo si se trataba de mi abuela y eso había sido muy cruel de su parte. Después de 5 minutos llorando decidí salir de allí así que me lave la cara con agua y cuando salí de allí me encontré con un chico que era más o menos de mi edad bastante atractivo. - Hola estas bien?? -dijo el chico -Si creo- dije con una sonrisa fingida -Por cierto soy Apolo Hidalgo-dijo el chico extendiendo me la mano Me quedé un poco sorprendida porque era el mismo Apolo el que salia en el libro y eso me puso de buen humor -Soy Sofía pero me puedes llamar Sofi- dije aceptando el apretón de manos. -Porque llorabas?? -Por nada importante -Por nada no se llora se que no me conoces pero confía en mi y desaogate conmigo -Ok solo si prometes no contar nada -Trato echo -Pues veras yo y mi abuela os hemos venido a visitar y mi abuela hizo un pastel y resulta que estaba hablando con tu madre y tiro el pastel a la basura y eso me dolió mucho y hizo como si nada hubiera pasado- en eso se me escapa una lágrima y Apolo me la limpia y me da un abrazo el cual aceptó -Desaogate conmigo no pasa nada si quieres podemos ir a mi habitación - acepte y una vez estábamos allí empeze a llorar en su hombro -Ya está no pasa nada - dijo el chico limpiando me las lágrimas y estando tan cerca que nuestras respiraciones chocaban -Se que no me hace falta conocerte para saber que eres muy buena persona-dije mirándolo fijamente a los ojos tan bonitos que tenía. En ese momento alguien abrió la puerta... -oye Apol... - entró un chico de más o menos 1 o 2 años mayor que yo bastante parecido a Apolo y nos separamos al instante- uy lo siento -No pasa nada, que quieres?? - dijo Apolo mirando a su hermano fijamente - Pues quería... Estas llorando?? -me pregunto a lo que yo asenti tímidamente -Que ha pasado, Apolo no le habras echo nada, no?? -No al contrario yo la estaba consolando. Fue mama- dijo el chico como si no hubiera sido la primera vez -Que te hizo- dijo acercándose a mi -Para resumir vinimos mi abuela y yo a visitar y tu madre tiro el pastel -Siento mucho lo que ha pasado - dijo el chico apretando sus puños a sus costados -Gracias por tu disculpa pero no eres tú el que me debes pedir perdón. En ese momento entra la madre de los Hidalgo...
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