Actualidad.
-Que lugar tan hermoso.- Comenta la chica mientras recorre con la mirada el lugar.
-Hace tiempo vine a explorar y me encontré este lugar.- Explicó el chico.
-Gracias por traernos Duncan ya me hacía falta.- Agradece.
-No des las gracias pequeña, mejor entremos a la cabaña que hace un frío horrible.-
Ella solo asiente con la cabeza.
Llego la noche, el muchacho se encontraba haciendo una fogata mientras la chica dormía a la pequeña emily, cuando se durmió puso almohadas a su alrededor, la tapó bien y salió donde su amigo.
Observó la fogata y se acercó a su amigo que se encontraba sentado en un tronco.

Frotó sus sus manos, tomando asiento junto a él.
-Hace un frío de mierda. - Admitió.
-Lo se.- Contestó riendo. -Toma- Le entregó una taza la cual contenía café.
-Gracias.- agradeció.
Los dos se quedaron en silencio, no uno incómodo si no uno que transmitía tranquilidad.
-Entonces ¿que es lo que harás.?- Rompió el silencio su amigo.
-Me marchare.-Respondió después de unos minutos.
-No lo hagas kiara, tiene que a ver otra solución - Intenta hacer reacciónar a su amiga.
-¿Recuerdas aquella aplicación para leer que tenía en mi antiguo celular?- Pregunta con la mirada clavada en la fogata.
-Si, como olvidarla te la pasabas la mayor parte del tiempo leyendo en esa aplicación. - Responde sin entender.
-Recuerdo que siempre leía sobre la típica chica que era secuestrada la cual al final se enamoraba de su agresor y tenían tres hijos.-
-¿Que tiene que ver eso contigo? -Pregunta confundido.
-Que siento que mi vida es como esos estúpidos libros que leía, me puse a analizar mi vida, todo lo ocurrido y recuerdo a ver visto un día que salía del trabajo un auto el cual se estacionó por unos momentos en frente de mi casa, un auto lujoso, después a un tipo afuera del antro el cual miraba el carro donde me encontraba con Dylan, otra noche un hombre fue al antro he hizo que le dijera mi nombre, ¿sabes quien era ese hombre? ¿El del auto? ¿El del callejón?, era el Duncan, era demian el ya era parte de mi vida sin que yo me diera cuenta. También me di cuenta lo estúpida que era, pues ¿que chica en su sano juicio sale a las 5 de la mañana a caminar por las calles más peligrosas? Aunque al final hubiera sido igual el me hubiera encontrado de una u otra forma. -Toma un poco de café para aclarar un poco la garganta. -Intente escapar no una ni dos si no varias veces y en cada una me encuentro, se que tarde o temprano lo hará, y me pregunto ¿que pasara cuando lo haga? ¿Me enamorare de el y tendré hijos con el? Yo no quiero eso. Antes creía que tal vez le había agarrado cariño ¿pero como era eso posible? Después de toda la mierda que me hizo lo extrañaba, luego entendí que podría ser que estaba sufriendo de aquel trastorno de Estocolmo. No quiero que mi vida sea un puto cliché Duncan, no quiero eso y no se como terminará todo esto. Quiero por una vez en mi vida ser fuerte, ser una gran hija de puta. Pero temo que la historia de mi vida no será así, temo que siempre será una chica patética la cual sueña con algún día tomar fotos lo cual nunca va a pasar.- Dice sacando todo lo que tenia dentro, por primera vez en mucho tiempo se sentía tranquila.
-No se que decirte kiara, esta no debería de ser tu vida, debería de ser una muy diferente pero desgraciadamente por algo pasan las cosas y ¿débil? No lo eres para nada aun que no lo creas eres la chica más fuerte que he conocido, creeme nadie podría vivir todo lo que tú. Pero tienes que ver por el lado positivo, tienes a emily no puedes rendirte ni mucho menos irte, no puedes estar escapando con ella, es sola una bebe.- Comentá.
-Tengo un gran caos en mi cabeza, quiero que estas mini vacaciones sean inolvidables.- Dice dejando caer su cabeza en el hombro del chico.
-Prometo que lo serán - Dice besando su coronilla. -Vivamos estos días como si fueran los últimos de nuestra vida.-
-Me parece perfecto.- Comenta. ¿Duncan? -
-¿Si?- Pregunta.
-Gracias por escuchar mis problemas.- agradece.
-Te quiero pequeña.-
-Yo mucho más.-