La ondulación del agua le pinchó las orejas, y Lawson levantó la cabeza, buscando la dirección del agua. Estaba cerca. Siguió el sonido hasta llegar a un pequeño arroyo. Se giró para ver a los demás subir por la retaguardia. Bajó la cabeza y lamió el líquido frío. El lobo de Kristi se puso a su lado y bajó la cabeza para beber. Su lobo miró de reojo, mirándola mientras continuaban bebiendo. Su mirada lo mantuvo atrapado, y él sintió su intensa necesidad. Por otra parte, su lobo estaba en celo. Este comportamiento era normal, se dijo. Bebió hasta saciarse, luego levantó la cabeza y olisqueó el área. El lobo de Kristi se acercó y frotó su cabeza contra su cuello. Su lobo reaccionó a su atención y Lawson tuvo que luchar contra el impulso de saltar sobre su espalda y reclamarla. Ella estaba

