CAPITULO ONCE La boca de Liv se cayó cuando vio lo que llevaba Kristi. O no llevaba. Liv maldijo a la mujer por su mal servicio a Ariel y la película La Sirenita. Su larga peluca roja era el único elemento que no era insípido. Kristi estaba en topless, excepto por las dos almejas de tamaño postal que cubrían sus pezones. La mitad inferior del disfraz era una cola de sirena que hubiera estado bien si el material no hubiera sido translúcido. Liv podía ver todo, desde la grieta en su culo hasta su entrepierna sin pelos. Era francamente vulgar. Liv sintió un empujón a su lado. "Esa debe ser la perra de cuatro patas", siseó Cassie. "¿Cuál fue tu primera pista?" Liv respondió sarcásticamente. Las dos vieron a Kristi entrar a la habitación. Todos los ojos estaban puestos en la mujer, y era o

