Mila se había quedado dormida en el sillón individual después de leer un rato antes de comenzar sus actividades planificadas para el día. El respaldo del sillón estaba de espaldas a la entrada de la habitación. Cuando se retiró el auricular, escuchó al ama de llaves dando órdenes. Mila se levantó para ver qué estaba sucediendo.
— ¿Qué pasa? —preguntó Mila, y la ama de llaves le sonrió cálidamente.
—Estoy terminando de organizar sus cosas. Noté que aún no había desempacado, así que ordené el espacio donde se han colocado sus pertenencias.
—Pero no eran muchas cosas... —Mila se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo dentro del gran armario: su vestido de novia estaba impecable dentro de una bolsa transparente. El ama de llaves lo tomó y comenzó a buscar el mejor lugar para guardarlo, pero
