Lorenzo Lombardi Después de conducir con prisa saltarme los semáforos, ir a varios restaurantes donde se que ha limpiado, al fin llego hasta ella y está afuera, abrazada a un imbécil que rodea sus manos en su cintura mientras sonríen y hablan muy de cerca. Me bajo del coche y con pasos apresurados me acerco a ellos. —¿Interrumpo? —pregunto cruzándome de brazos. Ellos se separan y ella me mira de pies a cabeza. —Si, interrumpes —dice molesta. —Y él es... —dice el imbécil señalándome. —Lorenzo Lombardi, su novio —digo acercándome a ellos. —¿Su novio? —pregunta riendo a carcajadas con tono de burla. —No eres nada mío, Lorenzo —dice cruzándose de brazos. —Vayamos a donde podamos hablar a solas —digo acercándome a ella. Ella retrocede y niega con la cabeza. —Ella no irá a ningún

