Smitten

6

Había caído en cuenta de que estaba justo en frente de Luke Hemmings y luciendo realmente fatal. Chelsy jamás hubiese querido que la primera vez que él la conociera, luciera como si acabara de salir de invernar por años. Por supuesto que estaba pensando que ese día iba de peor en peor.

Le causaba tanta pena cuando la mirada del rubio se dirigía a ella, sus mejillas ardían cada vez más, no podía alzar la mirada, juró que estaba quedando como una completa tonta.

— ¿No piensas comer? —le preguntó Michael después de un rato donde la castaña jugaba con el cubierto sobre el plato, en seguida, ella alzó la mirada, algo avergonzada. Además de odiar a Calum en ese momento, también quería estrangular al pálido porque lo único que hacía era meterla en vergüenza a propósito.

—Pensé que tenías hambre —habló esta vez Calum, reprimiendo una sonrisa. Chelsy no entendía por qué se le hacía gracioso que estuviese sufriendo.

Estuvo a punto de contestar, pero esos ojos azules estaban en ella otra vez, curiosos y con intriga. Se quedó callada y se encogió de hombros.

Luke masticaba la comida de manera lenta, sin entender muy bien el comportamiento de ella.

Chelsy en serio que la estaba pasando mal, el dolor en el vientre se había intensificado y el malestar que le provocaban los nervios le tenía algo aturdida. Estaba odiando ese momento.

Y después de unos minutos, decidió que era buena idea salir de ese espacio reducido. Dejó el cubierto a un lado del plato y en un murmuro se excusó a la vez que se levantaba de su asiento con su pequeño bolso de correa n***o.

Mientras hacía su camino hacia el baño del establecimiento, llegó a escuchar cómo Luke preguntaba a los demás qué le pasaba, eso hizo que caminara más deprisa.

Se sentía tan tonta.

Una vez dentro del baño, agradeció que este estuviese vacío, caminó sin ánimos hacia el lavamanos y abrió el grifo, alzó la mirada y puso los ojos en blanco al ver su reflejo en el espejo rectangular.

Abrió su bolso y sacó una pastilla para aliviar el dolor, se la metió a la boca para luego inclinarse y beber agua.

—Estás siendo tan patética, Chelsy —susurró para sí misma después de tragar y reincorporarse. Cerró la llave y con las manos húmedas se acomodó su corto cabello detrás de las orejas para lucir más presentable, ordenó sus cejas e hizo una mueca de asco al ver su granito en la frente. Parecía que estaba ahí, burlándose de ella.

Soltó un gran suspiro e hizo sus manos dos puños. No podía esconderse en el baño, tampoco irse como si nada del lugar. Así que salió aún con algo de nervios en ella.

Cuando regresó a la mesa, sintió la mirada de todos en ella. Se sentó y por milésima vez quiso esconderse debajo de la mesa.

— ¿Estás bien? —preguntó Calum después de unos segundos de silencio. Chelsy le vio a los ojos y pudo ver algo de culpabilidad en su rostro.

—Sí, solamente necesitaba ir al baño —respondió.

— ¿Tuviste un accidente? —cuestionó Preston después de beber de su soda. Michael reprimió una sonrisa y Brenda miró a su mejor amiga con precaución. Preston siempre solía hacer preguntas y decir cosas en los momentos menos oportunos.

Chelsy estaba experimentando otro nivel de vergüenza.

—No —respondió y se odió por ver a Luke, quién miraba todo confundido. Sus ojos conectaron y ella soltó un suspiro cansado, que hizo extrañar al rubio.

Luke la miró y frunció el ceño ligeramente al verla con esa expresión de cansancio, sin dudas estaba confundido porque no parecía la misma chica que escuchó en la llamada de Calum, cuando la escuchó a través del parlante, se imaginó a una chica energética y que jamás sabía cómo callarse, pero la chica que tenía al frente era todo lo contrario. La miró con atención cuando ella dirigió la mirada hacia otra parte. Chelsy tenía el cabello detrás de las orejas y eso la había ver mejor, su rostro libre de cualquier producto, y sus mejillas sonrojadas. A Luke le pareció natural.

— ¿Has escrito algo de mí? —se escuchó la pregunta de Calum, haciendo que la atención del rubio fuese al moreno.

—Uhm, no, pero tengo ideas.

—Pon cosas bonitas —bromeó Calum a la vez que mostraba una gran sonrisa boba. Todos en la mesa soltaron una risa, Chelsy puso los ojos en blanco

—No prometo nada —dijo el rubio alzando ambas cejas. Calum frunció su ceño.

— ¿Cómo que no? Soy Calum Hood, un gran y apuesto chico, toco el bajo, una vez me leí una saga en un mes, me visto bien... —El moreno estaba empezando a alzar el tono de voz y a Chelsy le empezó a doler la cabeza otra vez.

—Diablos, Calum, todos entendimos que eres lo de mejor, haz silencio —se encontró diciendo la castaña mientras llevaba ambas manos para sujetar su cabeza.

Calum le miró ofendido, los demás rieron, Luke volteó a verla y le sonrió, mostrando ligeramente la dentadura, marcando ese lindo hoyuelo en su mejilla.

Lástima que Chelsy ni siquiera se percató de eso.