Jared. Miré por el retrovisor al bebé que había en el asiento de atrás. ¿Era mi hijo? Lo observé solo por un par de segundos mientras conducía. Jared. Estaba dormido desde que llegó, su cabecita de medio lado, cabello igual al de su madre y no podía saber como era su mirada o el color de sus ojos, ya que dormía. —Explícame todo otra vez.—le pedí, ya que Jojo había dicho las cosas con mucha desesperación y prisa. —Le dije que no iremos a Corea, que no regresaremos con él. —¿Pero por qué hiciste eso? Creo haberte especificado que tenías que estar con él. —Y yo te dije que él se enteró, Adam no es tonto y dejaste una maldita marca en mi hombro. ¿Ahora qué? —¿Qué te dijo antes de salir?—eso era importante. —Que tengo que volver con su hijo a casa antes de las nueve. No entiende

