Sobre mis hombros.
Se llega la hora fantasma esa hora donde aún no sale el sol, pero la noche no abandona los cielos, Darío y su esposa escoltados por Ciro y los Lilin suben a lo más alto de la villa. El matrimonio se retira sus ropas, Darío queda detrás de su esposa cubriendo un poco su desnudez, es él quien primero cambia a bestia de dos patas tan solo para aullar, el aullido se replica por toda la ciudad de Atenas e incluso más allá, termina de aullar baja la mirada a su esposa con un movimiento de cabeza Nereida se vuelve una bestia, así ambos se alejan lo suficiente para tomar impulso y al unísono saltan varios metros dando la apariencia de volar, al caer al piso caen como lobos “comunes” e inician su recorrido. Por la ciudad se empiezan a movilizar lobos de diferentes edades para por fin unirse a la pareja a completando un pelotón de diez integrantes, se enfilan como lo hacen las mandas al frente quien dirige, en medio el resto y atrás el alfa protegiendo la manada, así a la cabeza Nereida, al final Darío. Ciro y compañía esperan el tiempo suficiente, el ahora alfa de la manada silba llegando casi de inmediato Talio, quién se pone un poco nervioso al ver a Dédalo, el ataque que sufrió por parte del vampiro le dejo demasiado asustado, en segundos recobra la compostura saluda a los presentes, Ciro se acerca a él, le da instrucciones actos seguido así como lo hizo su padre lo hace él, retira ropas se transforma en bestia, toma impulso y al caer emprende la marcha tras su padre la orden de Ciro es “ Vigilar a tu padre que no se vaya a buscar a tú tía y que no mate a tu madrastra”. Cuando por fin Talio se pierde de la vista de los mayores regresan al interior de la villa al dar los primeros pasos dentro Dédalo se tiene que sostener de las paredes para no cae al piso, las heridas infligidas por Darío ya habían cerrado pero el daño aún estaba latente, la pérdida de sangre y su lucha mental lo dejo débil, después de todo solo un licántropo puede matarlo mano a mano y su cachorro es el más cercano que ha estado de acabar con su vida. Cy es quien se ofrece de apoyo, el mayor acepta, y los hermanos empiezan hablar un idioma que Ciro no entiende, cosa extraña ya que él habla varios idiomas e incluso lenguas muertas los Lilin se sonríen e incluso Dédalo juega con los cabellos de su hermano, es la primera vez que el Licaón ve eso, de echo el único que ha convivido con ellos tres ha sido Darío, el mediano acompaña a los Lilin, Cy se encarga de dejar cómodo a su hermano, a los minutos llega Ramsés quién había ido a cazar, siendo él quién se queda al cuidado del mayor, por respeto Cy los deja solo, saliendo junto con Ciro a la parte de arriba.
_Darío esta vez si te dio fuerte.
_ Mia culpa – le hace espacio en la cama-
_ Se que te duele que no te haya dicho la verdad, pero entiéndelo un poco.
_ ¿Qué debo entender? ¿Qué traiciono a su hermano?
_ En todo caso tanto él como ella son culpables, el deber de ella era decirle a su marido y no lo hizo.
_ Odio que tengas razón. Ayúdame a ponerme de pie.
_ ¿Qué pretendes?
_ Proteger a nuestros amigos. Darío y su esposa van a investigar unos asesinatos, Talio va a cuidar que su padre no cometa otra estupidez y yo … debo cuidar que ellos regresen con bien.
_ Desde luego que regresaran con bien, tú los cuidaras, eres su ángel de la guarda.
Con la poca fuerza que le queda a Dédalo transfigura, iba a iniciar su habla, pero Ramsés lo detiene.
_ Nadie te va a escuchar, estas demasiado débil para convocarlos, descansa y cuando despiertes te ayudare.
Dédalo al ver los ojos de Ramsés vuelve a su forma humana a sabiendas de que su consorte tiene razón, el egipcio ofrece sus brazos el mayor acepta y al sentir la cálida frialdad de Ramsés deja caer todo su peso en él y en el acto se queda dormido.
El mediano inicia con varias llamadas en específico a los integrantes de su manada, aquellos que no se quisieron regresar cuando fue la primera crisis, al finalizar las llamadas, se queda viendo el celular pensativo, Cy lo observa entre cierra los ojos no necesitaba entrar a su mente y escuchar sus pensamientos, su rostro expresaba preocupación, sin embargo, no sabía con exactitud si era por la amenaza o por su hermano o tal vez ambas, Cy se queda callado el resto de la mañana incluso inmóvil cual estatua de mármol, ojos cerrados, oídos filosos escuchando cada ruido de la casa concentrado en Ciro, atento a las estrategias que junto a Ulises y Héctor arman. Pasa medio día cuando el mediano se da cuenta que su invitado está inmóvil a su lado, le toca el hombro, lento como si se estuviera despertando Cy abre los ojos su verde mirar brilla por unos instantes como si cobrara vida.
_ Estas sangrando.
_ ¡Ho! Disculpa, es porque estoy a luz del día y porque anoche no cene.
_ ¿Si puedes caminar, necesitas que te cargue?
_ – El vampiro le dedica una cálida sonrisa – _ Puedo caminar, gracias. No somos tan débiles por no comer en una noche, es la luz la que nos afecta más.
_ Pero … ¿Darío y Dédalo?
_¡Jejeje! A mi hermano siempre le han gustado los mimos de Darío por eso se hace “la víctima”.
_ Eso es ser tramposo, anda, ve abajo con tu hermano.
_ Lo haré, pero cuando tú estés de mejor humor.
_ Lo voy a estar cuando todo acabe, cuando mi pequeño hermano me traiga noticias satisfactorias y cuando ese hermano deje de darme dolores de cabeza.
_ Los hermanos menores siempre dan dolores de cabeza.
_ Pero tú eres el menor.
_Lo sé, más sin embargo yo fui hecho vampiro primero que mi hermano, por eso soy el mayor.
_ ¿Cómo? ¿También fuiste maldecido como yo?
_Se puede decir que si, mi madre... la primera mujer creada se revelo contra su creador y mi padre Adán... es una historia larga de contar, pero fue la sangre de mi madre quien me hizo lo que soy – se ve ambas manos- _ Sin contar que el mismo Lucifer me enseño las artes oscuras... y que dios me condeno a vivir eternamente bebiendo de mis hermanos.
_ ¿Pero son tú y Dédalo?
_ Dios creo al humano por lo tanto todos ellos son hijos de dios, él creo a mis padres por lo tanto cada ser humano es mi hermano.
_ Siendo así tienes muchos hermanos. - llegan al despacho de Ciro, Cy, se recuesta en el sillón- _ Descansa.
Cy cierra los ojos, pero no descansa está atento a las palabras de Ciro, media hora después el mediano se deja caer a su silla, hace una llamada esta vez para que le lleven comida muere de hambre, recibe una llamada, se exalta demasiado.
_ Llama a Elián, él es el alfa.
_ No, quiero que él este tranquilo con su familia, él y Secundina se lo merecen.
_ ¿Estarás bien?
_ Si, no es la primera vez que me quedo a cargo. - llaman a la puerta, Ciro da el pase, es Fernando quien entra con la comida- _ Gracias.
_ Fernando – la voz de Cy es hipnotizante e incluso sensual a los oídos del mexicano, Cy señala el sillón- _Ven a mi lado – el rubio obedece- _ Creo que aún no he agradecido por ayudar a mi hermano a recobrar su salud en aquella desafortunada ocasión que fuiste golpeado por Dédalo y Darío.
_ Nada que agradecer, su hermano me salvo la vida.
_ Me pregunto si es posible que me dejes beber de ti.
_ ¿He? ¿Va a doler?
_ Un poco.
_ Okey... pero solo poquito.
_ Sera como un trago de tequila.
Ciro ofrece un poco de privacidad al darle la espalda, Cy clava sus colmillos en Fernando, este se queja un poco ve como Ciro tamborea sus dedos en sus muslos.
_ ¿Qué tiene Ciro?
_- Cy termina de beber, limpia sus labios y el cuello del mexicano -_ Nuestro amigo está preocupado, pero no dice nada.
_ Con justa razón, por lo que escuche están atacando de nuevo a su familia, su hermano menor está a una nadita de ir por Secundina y reclamarla como suya, es mucha responsabilidad para un solo hombre.
_- Cy puede leer en los ojos de Ciro su angustia- _ No es la primera vez que me quedo al frente de la manada – masajea su cuello-
_ Eso es verdad, la primera vez fue hace miles de años.
_ ¿Miles de años?
_- Ciro se pasa ambas manos por la cabeza-_ Cuando derrocamos a nuestro abuelo fue mi primera vez, Elián cayó inconsciente por meses, Darío fue por su familia, sin saber cómo tuve que ser el alfa y el rey.
_ ¿Cuándo fue la última?
_ Desde el año mil hasta que regreso Elián, pero no estaba solo, Darío me ayudaba.
_- Cy se cruza de piernas tomando una postura elegante_ Ciro, responde algo ¿Cómo te sientes?
_ ¿Qué? ¿A qué te refieres?
_ A eso ¿Qué sientes en estos momentos? ¿Angustia, miedo, qué sientes?
_ Me siento inseguro.
_¿Por qué? Experiencia tienes.
_ - Fernando se pone de pie, va con Ciro- _ Ciro, Darío me ha dicho que tu fuiste conocido como “El cazador “¿ Por qué?
Cy se acomoda en el sillón disfrutando aún el sabor de la sangre de Fernando, el rubio espera la respuesta que la hizo con el fin de distraer la mente de su alfa. El mediano pasa su mano derecha por la nuca, va y se sienta a junto a Cy.
_ Cuando estuve bajo las órdenes de mi abuelo me daba el objetivo e iniciaba a cazarlos, la mayoría de las veces daba con ellos y Darío los asesinaba.
_ ¿En serio?
_ Si, no había persona, cosa o animal que yo no pudiera encontrar.
_ ¿Te gustaba ser eso?
_ A decir verdad, no.
_ ¿Entonces? - Fernando sin entender-
_ Habla querido amigo.
Miles de años atrás.
Los tres hermanos se encontraba encerrado como si de delincuentes se trataran, Elián parado frente a la puerta con sus oídos afilados captando toda platica necesaria para la sobrevivencia de él y sus hermanos, Darío sentado en el piso haciendo plegaria a Hera para que cuidará de su familia, Ciro viendo por la ventana el hermoso sol de otoño, cerraba los ojos imaginándose que corre libre por campos y montañas acompañado de sus amigos los lobos, un ligero viento que da en su rostro lo hace sonreír feliz. Él mayor por fin logra captar la voz de su abuelo, escucha con atención cada una de las palabras que Licaón dice, para cuándo finaliza de hablar su abuelo Elián ya tenía en mente el siguiente paso que no era otro que ser indispensable para su abuelo y así permanecer a su lado, ganándose su confianza, la de la manada y sobre todo mantenerse con vida.
_ Debemos ayudar a Licaón lo mejor que podamos.
_ Sí ¿Cómo? – pregunta el menor que aún seguía en el piso-
_ Con nuestras habilidades.
_ ¿Hm? Tú eres bueno con la lengua – ambos hermanos desvían la mirada con Ciro- _ Darío es bueno peleando, los dos lo hemos visto en acción, pero ¿Y yo? ¿Qué habilidad poseo?
_ ¡Oye! Eres tan bueno como Darío peleando, tú eres cuidadoso, este – señala a su hermano menor - _ es un salvaje.
_ Gracias por lo que me toca. Ciro, cacemos juntos en la siguiente luna llena.
_ ¿Para qué?
_ Descubrir una habilidad que te haga ser indispensable para nuestro abuelo.
_ ¿ Y si no poseo una?
_No creo ¡Digo! Alguna gracia has de tener ¿No?
_ ¡No ayudas Elián! Ciro no haga caso a ese tonto, tú eres fuerte, buen peleador, inteligente. Te he visto observando las estrellas ¿Por qué?
_ - Alza la mirada a un al cielo iluminado - _ Porque ellas lo saben todo, imagina todo lo que ellas han visto, a su brillo no hay nada que no puedan ver, iluminan la noche e incluso te dice en donde están ciertas cosas.
_¿Cómo cuáles?
_ Los enemigos, por ejemplo, las presas fáciles o las difíciles, señal el camino a casa.
_ ¡Eso te puede ayudar! – habla emocionado el mayor-
_ ¿Cómo?
_ Siendo el guía, el rastreador.
_ Si tú lo dices. – sin dejar de ver el horizonte-
_ Si, con esas habilidades puedes ser un magnífico rastreador. Eso le diremos a nuestro abuelo.
_ ¿Que le dirás? – Darío deja de rezar –
_ ¡Eso! Que tiene ante el al mejor rastreador ¡No! Al mejor cazador del mundo. Ciro el cazador de enemigos. Imaginen esto: Ciro el cazador, no hay presa grande o pequeña que escape de sus garras.
_ ¿ Y crees que tú abuelo se va a creer esa mentira?
_Ciro, Ciro, Ciro, para que todos te crean una mentira lo primero que debes hacer es creértela tú.
_ – Ambos hermanos miran con recelo al mayor, los tres se tensan al escuchar que la puerta principal de los calabozos es abierta, entran a su celda dos soldados llevándose a Darío- _ ¡Odio a ese hombre! - dice entre dientes Elián- _ Va a matar a nuestro pequeño.
_ Pediré a Ares por nuestro hermano.
_ Se que lo hará bien. Ahora tú y yo a trabajar.
_¿Trabajar?
_ Así es, te debo convencer de que eres el mejor cazador del mundo, tan bueno como la misma Artemisa.
_ Es una mala idea.
_ Puede...cierra tus ojos abre tu mente y escucha mi voz.
Así el mayor inicio su hablar, su discurso duro horas tantas que hizo vomitar a Ciro, ya que el mediano recobro la compostura reinicio su discurso, ese discurso tuvo una duración de cinco días, al sexto justo cuando los soldados llevaban de Darío a la celda, tanto Elián como Ciro pueden ver la furia en el semblante de su hermano, y es en ese momento que Elián pide hablar con su abuelo en lo que su pequeño “Dari” habla con Ciro y descarga su furia.
A pesar de ser criados por una simple sirvienta, Elián demuestra educación ante su abuelo, y hace lo que mejor sabe hacer convencer a las personas, utiliza su encanto personal, su labia, pinta ante su abuelo a un magnífico cazador, remata diciendo “Mi hermano es tan eficiente porque heredo sus habilidades en combate, su don de mando y sobre astucia... Así es abuelo serás un lobo, pero todos sabemos que eres un astuto zorro”. En el rostro del rey se dibujó una sonrisa, convencido de lo que Elián le ha dicho manda llamar a su nieto, el joven Ciro de un metro con noventa y tres, de tez blanca, ojos igual de negros que los de sus hermanos, sin embargo, el color de cabello y de ojos eran lo único que tenía en común físicamente con sus hermanos su rostro es rectangular, nariz recta, labios delgados, ceja poblada, como se parecía más a la madre Canetón. Licaón baja de su trono, para Ciro la lentitud con la que baja y como lo observa es un martirio, su abuelo lo observa de pies a cabeza, se planta frente a él.
_ Tú hermano ha hablado maravillas de ti.
_Tiende a exagerar.
_ Eso lo veremos, me ha dicho que eres excelente cazador, pues bien, saldrás de cacería - Ciro se tensa y fulmina con la mirada a su hermano- Iras más allá del Egeo, cazaras a unos que me han traicionado, te doy ciclos lunares a partir de la próxima luna llena. Si no llegas en ese tiempo tus hermanos morirán.
_ –Licaón no retira la mirada de su nieto- _ Así es y así será.