Enith movía sus piernas, balanceándose sobre ellas por el debate interno que tenía al no saber si regresar al bar y tratar de hablar con Diego o simplemente irse a su casa a descansar. Jugó con un mechón de su cabello mientras tenía la mirada fija en la espalda de su amiga que esperaba al valet parking que trajera su auto. A la solterona se le escapó un suspiro involuntario que hizo que su amiga volteara su cabeza hacia ella. La solterona le sonrió, había decidido volver sobre sus pasos e indagar sobre lo que había pasado esa noche en la que no volvió a saber más de Diego.
—Bianca creo que regresaré por un trago más, pero estaremos en contacto —dijo Enith abrazándola para despedirse de su amiga.
— ¿Sucede algo amiga? —preguntó Bianca antes de subir a su auto.
— No, es solo que me que
