Reconciliación

605 Palabras
Roger Llegue a la casa, estacione el auto en el garaje principal, y entre Iba subiendo las escaleras cuando escuche un ruido en la sala de estar, así que me regrese haber si era mi hermano Alberto que había llegado.  –Como estas Alberto–dije entrando–. –Aquí esperándote–respondiendo, dejando el control del play a un lado y volteando a mirarme–. –Y, eso tan tarde, hoy no vengo con paciencia. –¿Es verdad que la empresa de papa esta a punto de quedar en la quiebra?–me dijo tajante–. –Siéntate a mi lado–rasque mi cabeza–quiero explicarte hermano–suspire agarrando aire para decirle a mi hermano lo que había intentado ocultar–. –Albertico desde que nuestros padres murieron, entre en una suma desprecio, llego a la empresa y lo menos que hago es trabajar, me encierro, a veces llevo mujeres otra veces no voy y otra, me que dormido , incluso canceló reuniones importantes, y pues tu no me has apoyado, te dije que necesitaba alguien que suplantara a Andrés y quien más que tu que estudiaste administración te encargué de ese puesto. – Roger se que te he dejado solo todo este tiempo, con todo los cargos de la empresa, pero prometo que mañana me iré contigo, no puedo permitir que la empresa de nuestra familia se derrumbe. –Ya es demasiado tarde para poder salvarla, es necesario buscar sociedad- le dije mirando sus ojos que habían comenzando a cristalizarse, evitando salir lágrimas. –Hermano Perdóname yo debí–. –cállate hombre-lo interrumpí –se que no te levabas bien con papa, además, ya no hay nada que hacer solo apóyame aun podemos rescatar el 50% de las acciones. –Esta bien hermano prometo desde ahora en adelante no dejarte solo, y que cambiando el tema–cambio la conversación para calmar los Aires, que habían comenzando a colocarse tenso–¿Nos echamos una partida de futbol como en los viejos tiempos?–. –échate para allá hermanito te enseñaré como se juega–le dije sentando a su lado y tomando el otro control–. Pase una noche agradable con mi hermano, como hace mucho no lo hacía–pensé–cuando subía las escaleras que conducían a mi habitación–Me dispuse a dormir cuando el sonido de un mensaje de texto me sobresalto–. [amigo buenas noches te conseguí una cena para mañana a las 8pm con mi jefa, por favor no faltes y se puntual]. hasss!– suspire– mañana me espera un largo día–Dije para mis adentros quedándome profundamente dormido–. GLENIYER Llegamos a la mansión, ¡agradecí!, me sentía sumamente cansada, entre y mi abuela me recibió. –Como te sientes hija–dijo dándome un beso en la frente–. –Muy cansada abuela, hoy a sido un doloroso día. –Recuerda que siempre los tiempos malos van a pasar hijita Tranquila–Y me dio un abrazo que hizo que reconfortara mi día–. –Abuela recuerdas cuando joven te dije que te iba a sacar de la miseria en que vivíamos. –Si hija aun lo recuerdo. –Yo también abuela, y desde que tengo dinero siento que ha caído una maldición en mi vida. –No digas eso mijita tu no tienes la culpa de nada de lo que te ha pasado. –Bueno voy a descansar abuelita no me hagas caso, buenas noches no se porque presiento que mañana me espera un gran día.
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