—Tú nunca me hiciste una llamada desde que saliste por esa puerta durante esos días, que tuviste ausente y yo esperando como una estúpida como siempre de que me llamaras, —le dije mientras me sentaba en el sofá secándome mis lágrimas. —Pero¿por qué no lo hiciste?, ¿no me llamaste tú?, yo no podía, yo estaba bastante ocupado, —me decía Mientras se acercaba Asia mi. — "Oh, sí claro, bastante ocupado con tus negocios" que no te daba tiempo ni de ver tu teléfono —le dije mientras me paraba del sofá. —No diga eso que en verdad yo estaba ocupado, —me dijo luego de que me jalara por el brazo. —Yo no te intereso ya, yo nunca te interesé, deja ya de fingir conmigo— le reclamé. —¿Y qué te pasa Dime?, ¿cómo que tú no me interesas? —Me dijo confundido. — Claro, tú piensas que yo soy una estúpid

