presentimientos

1632 Palabras
Despues de navegar por varias horas keiran apenas logro llegar a su pueblo antes de que el una lluvia torrencial se soltara, había estado lloviznando de forma amenazante pero muy ligera, su hogar se encontraba dentro de un pueblo pequeño a las orillas del rio, pero era tambien una pequeña fortaleza ya que tenia una empalizada que formaba una muralla protectora, esto se debía a que eran un pequeño pueblo costero de los mas alejadas del reino y necesitaban mucha protección, aunque ya habían transcurrido años sin que nada importante pasara y la gente se había relajado viviendo una vida campirana y tranquila. En cuanto llego ato la barca a su pilar y sujetando la canasta que traía de víveres toco la ventanilla del portero que inmediatamente lo dejo entrar en cuanto vio quien era -muchacho te esperaba mas temprano- Lo regaño amablemente mientras le daba una palmada amistosa en el hombro, el solo se encogió de hombros sonriendo avergonzado -la lluvia es muy fuerte y los ríos tenían la corriente traicionera, realmente fue difícil está vez- el portero asintió aceptando la explicación -ve pues con tu madre he visto que sale a cada rato a ver si ya llegaste, dale mis saludos- keiran le dio las gracias y se dirigió a su casa, una cabaña de piedra sencilla con un pequeño corral de animales a un costado, el suspiro de gusto en cuanto estuvo frente a ella y al abrir la puerta el chirrido atrajo la atención de sus hermanos y madre que lo recibieron con abrazos, la madre le trajo una manta al verlo todo mojado -niños habíamos quedado que en cuanto llegara su hermano ustedes dos se iban a dormir- Ella los reprende suavemente mientras arropa a su hijo mayor, los niños abrazados al torso de keiran lo soltaron con caras tristes -vamos mama un ratito mas- Anna la niña la mira con cara de perrito mientras que Jhon le toma la mano a su madre, pero a pesar de esto ella negó con la cabeza -su hermano esta cansado, dejen qué se distraiga un rato pues ya saben que mañana tiene que volver a salir- los niños asintieron y después de desearle buenas noches subieron a sus cuartos, con una sonrisa contenida la madre los vió subir y se giro hacia keiran con una sonrisa alegre -hijo cámbiate que vienes empapado y lleno de barro- El asintiendo le da un suave beso en la mejilla, retirándose a su habitación y quitándose la ropa mojada, era un cuartito muy bien ordenado pues asi era el aunque tambien era un buen coleccionista como lo había dicho la dama jia pues tenia objetos que se había encontrado en sus viajes, lo que mas le gustaba era una delicada botellita de cristal de cuello largo seguramente de los elfos pues el trabajo era detallado, dejo el saquito con el anillo al lado de aquella botellita, tomo su ropa seca y puso a secar la otra, cuando acabo salio de su habitación -voy a claro de luna mama- le dijo a su madre cuando salio por fin de cambiarse de ropa y tomo su abrigo -no regreses muy tarde hijo- A modo de despedida le dio un beso en la mejilla y salio rumbo al claro de luna, asi se llamaba la única taberna del pueblo que tambien era una posada, alli dentro siempre había mucho bullicio muy alegre ya que entre todos se conocían y era punto de reunión con sus amigos cuando regresaba de sus viajes, cuando salio notó dos cosas, habia parado la lluvia pero tambien hacia un frio inusual que le preocupo ademas no se oía el típico sonido de las cigarras y las empedradas calles estaban desiertas, lo cual le provocó un escalofrío presintiendo peligro pero armándose de valor keiran soltó un suspiro y una bocanada de vaho floto en el aire hasta desvanecerse, en eso al pasar frente a un callejón oscuro sintio qué era vigilado, pero al voltear hacia las sombras no vio a nadie, comenzó a pensar que era un paranoico, pero a pesar de ese pensamiento comenzó caminar mucho más rápido pero todo eso se le olvido al llegar a la taberna por que al abrir la puerta lo inundó el aroma de carne sazonada que hizo que el estomago le rugiera, oyó las bien conocidas risas de los hombres, como todas las noches el lugar estaba lleno y las camareras corrían de un lado a otro tratando de mantener a todos atendidos -¡Keiran amigo mio estoy aqui!- El escucho que lo llamaban y al voltear vio la mano alzada de su mejor amigo, como pudo el se dirigió hacia la mano hasta lograr llegar con el, William era un hombre dos años mayor que el, tenia un cabello de color miel y ojos verdes lo que hacia que mas de una joven suspirara por el, ademas tenia una sonrisa pícara como la de un niño pequeño -he te habías tardado en volver, pero gracias a los dioses que estas bien- keiran se sentó frente a el haciendo una mueca de cansancio y pudo notar que como siempre su amigo ya llevaba varios tarros de cerveza frente a el, en ese momento estaba ocupado con otro mas -me atrapó una tormenta y tuve que frenar la marcha- Le dijo algo apesadumbrado mientras su amigo le dio un sorbo a su cerveza relamiendose un poco -que afortunado eres tu vas de aqui a allá y ves toda clase de cosas interesantes seguro que hasta has visto elfos oscuros -keiran sonrió ante la broma, hacia casi treinta años que no se veían elfos oscuros, la ultima vez ellos habían causado un desastre enorme buscaban algo pero al final jamas se supo que era, su madre se lo había contado, al parecer estaban robando bebes, llegaban a un poblado y entraban a la fuerza a las casas por los bebes, se llevaban a algunos pero después se fueron y desaparecieron cuando llego el ejercito humano y elfoico, entonces se fueron a sus tierras y no habían vuelto a salir -¿De verdad crees que sean criaturas de rostro grotesco?- le preguntó su amigo con cierto tono de curiosidad mientras le daba fondo a su tarro de cerveza, keiran se quedo pensando, no había nada claro con esa r**a, unos rumores decían que eran bellos al igual que los blancos o incluso más, pero la gran mayoría prefería creer que eran seres con un rostro como una calavera ademas de que no era fácil y prácticamente imposible el llegar a su tierra pues estaban bien protegidos, su territorio estaba rodeado de bancos de neblina y rocas altas que se tenían que evadir, ademas sin contar la furiosa corriente marina que circulaba entre esas rocas, los barcos quedaban destrozados, y tampoco se podía llegar por medio de magia pues había un bloqueo que anulaba todo poder mágico. -no lo sé- respondió keiran finalmente. Su amigo sonrió rindiéndose ante la sinceridad de keiran -bueno creo que pasara un buen tiempo antes de descubrirlo, o quizas….nunca- sonriendo dejo el tarro en la mesa viéndolo con complicidad, keiran también sonrió -bueno la noche es joven y la bebida es buena ¿Quieres algo? Iré a buscar un poco mas, no te preocupes yo invito- keiran asintió debrepente sediento -un poco de vino caliente estaría bien- mientras su amigo se perdía entre la multitud se entretuvo oyendo una conversación entre dos hombres a sus espaldas y por los temas que trataban estaban indudablemente bebidos pues discutían acaloradamente acerca de criaturas fantásticas, caballos alados, dragones y otra clase de bestias pero el sabia que todas aquellas cosas ya eran solo mitos, tenia mas de cien años que no se veía un solo dragón. Su amigo regreso con una enorme sonrisa y volteando a sus espaldas a ver a una de las camareras que le sonreía desde un rincón de la taberna -aqui tienes el vino señor elfo-le dio una copa de madera que humeaba suavemente -gracias- le contesto de forma sarcástica pues era bien sabido que los elfos solo tomaban vino como bebida alcohólica y tambien era a lo mas que keiran llegaba pues detestaba la cerveza. Su amigo se volvio a acomodar en la silla frente a el aun coqueteando con la camarera mientras tanto keiran se bebía el vino distraídamente pensando en todo y nada al mismo tiempo, William sonrió divertido pues tambien había estado oyendo la discusión y se inclinó en la mesa con una sonrisa burlona -cuentos de niños, eso es lo que es todos aquellos mitos, asi como el mito de que los elfos descienden de dragones- keiran sonrió ante aquel comentario aunque sin humor, de repente se sentía algo cansado y distraído pero entonces un ruido captó su atención, un golpe sordo y lejano que hizo que el líquido en su copa hiciera ondulaciones, pensonque había sido el único en notarlo pero las conversaciones y risas del lugar se fueron apagando hasta que se hizo silencio, todos miraban hacia las ventanas o la puerta de entrada , de improviso las ventanas se abrieron azotandose con una fuerte ráfaga de viento helado y antinatural, se apagaron todas las velas sumiendo a la taberna en total oscuridad. Por las ventanas abiertas se colaba la luz de la luna y una niebla que se arrastraba por el suelo, comenzó a descender la temperatura a un ritmo alarmante mientras se dejaron escuchar aún mas golpes, armándose de valor keiran se acerco lentamente a una de las ventanas que daban a la calle, estaba solitaria, únicamente paso un gato corriendo y maullando de una forma escalofriante entonces una figura humana negra y alta cayó de pie frente a la ventana, una de las camareras grito y se desato el caos.
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