Sol estaba delante de su cama mirando los dos vestidos de gala que Alice había comprado para que ella pudiera lucir hermosa en la gala de la Fundación. Uno rojo y otro verde esmeralda. El rojo no era una opción por más hermoso que fuese, porque le hacía recordar el que había llevado puesto en la exposición de Sasha y ella quería no recordar nada que tuviese algo que ver con él. Su cabeza todavía estaba hecha un lío por lo que había pasado con Otto y más porque Ava le había comentado que era el primo de la exnovia de su hermano mellizo. Lo que le había parecido demasiada casualidad. –¿Mamita cuál te vas a poner? –Preguntó Estrella agarrando el vestido verde para ponerse delante del espejo con él. –Este es muy hermoso, como tú mamita. –Tú sí que eres muy hermosa mi pequeña princesa. –Res

