Esper’s Club
John estaba sentado en una de las sillas de descanso junto a la piscina de la casa de Seth saboreando una cerveza helada después del entrenamiento que habían tenido. No pudieron usar todas las habilidades en el gimnasio privado tras la casa debido a que no estaba acondicionado para las habilidades de los esper, pero se divirtieron mucho.
Cerró los ojos disfrutando del sol del atardecer en su rostro. Hacía mucho tiempo que no estaban fuera de instalaciones de la Cúpula, ya sea en la sede principal o los domos. Suspiró. Ser un esper significaba que te desarraigaban a los doce años de todo lo que conocías, de tu familia, de tus amigos, de la escuela. Un número en una prueba definía el cambio más grande en la vida de un día para otro, un antes y un después, sin poder decir nada u oponerte.
Por un lado, era un honor para una familia de clase media o de bajo nivel que uno de sus familiares fuera esper o guía ya que eso aseguraba un bono vitalicio para los padres o cuidadores con los que estaba viviendo hasta ese momento como una forma de compensación al tener que entregar a su hijo a la Cúpula.
Para su familia, una pareja de profesionales y eruditos significó perder a sus dos hijos, primero él y luego cinco años después a Lara, truncando todos los sueños de darles una vida normal, con los recuerdos de la escuela secundaria y la educación universitaria. Su primer trabajo…Tener citas, novios, una familia…
Aun recordaba cuando su evaluación dio su tipo y antes de que pudiese procesarlo, fue llevado a una habitación separada dentro del domo donde tuvo que cambiarse de ropa a un pantalón deportivo n***o con una polera del mismo color con el emblema de la Cúpula sobre su corazón. No estaba seguro de cuánto tiempo había estado ahí hasta que un hombre vestido con un uniforme n***o, que después identificó como esper, lo llevó a una sala donde los esperaban sus padres y Lara. Podía recordar sentir el calor de sus brazos apretándolo contra su pecho, los ojos brillantes de su madre en un intento por no llorar, su padre tenso porque no sabía cómo ayudar a su esposa y tampoco qué hacer para sacarlo de ahí.
El hombre les había dicho a sus padres que tenían treinta minutos para despedirse y que ingresaría al Centro de Entrenamiento de la Cúpula en otro continente mientras les entregaba una carpeta con muchos papeles que tuvieron que firmar. Podrían tener video llamadas mensuales siempre y cuando el esper en entrenamiento tuviera un buen comportamiento y que podría visitarlos una vez que su guía le fuese asignado cuando cumpliera quince años. Luego los dejó solos.
Hablaron de cosas triviales en un intento de no preocuparse mutuamente, de cómo debía comportarse, dar lo mejor de sí en sus estudios y otras cosas que ya no recordaba hasta que la puerta volvió a abrirse por el esper informando que su tiempo había acabado. Aún podía ver a su madre ser abrazada por su padre mientras sollozaba de dolor ante la separación y los ojos de su padre mientras asentía con la cabeza dándole fuerza. Nunca olvidaría esa mirada…
Tres años después no pudo visitarlos ya que no hubo guía compatible con él en la base de datos Selene. Sin un guía, no podía estar en interacción con la comunidad Norm considerando su nivel de poder, el nivel S o superior. Cualquier evento que desestabilizara sus emociones sería un riesgo no solo para él si no para los Norm que estuvieran a su alrededor. Sólo pudo verlos a diecisiete años cuando estuvo de pie frente a sus padres el día en que recibió a su hermana, el día que fue ingresada al Centro cuando su prueba la reconoció como esper y él fue el que le explicó que iba a pasar con ella, de pie frente a sus padres, en una habitación similar a la que estuvo años antes. Tuvo que mencionar las mismas instrucciones que escucharon cinco años antes cuando tuvieron que despedirse de su hija.
Ver a sus padres de nuevo, fue un regalo, pero también lo remeció al verlos más viejos y apagados. No tenían la chispa que recordaba. Su partida los había afectado mucho y ahora, al perder a su hija, debía ser catastrófico. Él les había asegurado que la cuidaría personalmente tanto en el Centro como durante el entrenamiento y que estarían juntos para visitarlos dentro de tres años y en su caso, si tenía suerte, los visitaría en cuanto pudiese encontrar a su guía para lograr la sincronización que lo ayudase a alcanzar el nivel 90 y convertirse en Fénix, lo que no haría necesario estar conectado al guía para salir del domo. Lo que no sabía, era que no volvería a verlos; Sus padres fallecieron diez meses después en un accidente automovilístico y cuatro años después conoció a Ezra Brown cuando su pareo de compatibilidad dio más del 75%. Él tenía veintiuno y Ezra quince años cuando comenzaron la nivelación y luego la vinculación.
Aún se reía al recordar que estaba decidido a terminar sus tres meses de entrenamiento combinado con el Guía y vivir de manera independiente, aunque eso implicara llevar un implante en su sien que podría volar su cabeza en un momento, pero que, al estar monitoreado constantemente, se convertía en un seguro para que no lo molestaran y pudiese cuidar de su hermana. Quien iba a pensar que el joven delgado y tímido que adoraba los libros y experimentos iba a ganar terreno en su corazón al punto de que se enamoraría de él. Tozudo, persistente, leal, protector e infinitamente confiable le brindó la seguridad y calma en un mundo donde había perdido todo desde joven.