No sabía que estaba tan feo.-dice con una sonrisa burlona.
Al darme cuenta de que llevo varios segundos mirándolo, no puedo evitar ruborizarme de nuevo como una niña, mi sonrojo parece divertirle por lo que sigue con esa hermosa y estúpida sonrisita burlona que me irrita. Intento parecer que su presencia no me afecta al hablar, pero fallo terriblemente.
-No me respondiste, ¿cómo sabes dónde vivo?.- declaro con falso enojo; porque vamos, se puede decir que ahora mismo estoy tratando de parecer lo más seria que se puede cuando se lleva puesto un pijama de Mickey Mouse.
-Me contaste que el nombre de tu manada, como Alpha de la mía conozco cada una de las manadas de Hooak, este un pequeño pueblo fue tarea difícil encontrarte pequeña.-responde con alarde.
-Touche.
-Muchas gracias y bueno, a mí no me importa pasar toda la noche aquí parado viéndote en ese lindo y pequeño pijama, sin embargo, es de mala educación dejar a las visitas en la puerta.
-Yo no espero visitas.-expreso en un tono de fastidio.
-¿Prefieres que le diga a la muy simpática Señora Angela que me invite a pasar?
-¿Conoces a mi madre?.-le digo sorprendida, hace un ademán de entrar me pongo a un lado inconscientemente.
-Una las ventajas de ser Alpha, es que tienes la oportunidad de conocer a todos los que están al mando en otras manadas y a sus lunas muñeca.-me dice muy cerca de mi oreja, siento como mi loba se inquieta, y se me pone la piel de gallina, oh Damon no sabes como me pones.
Que mal sonó eso.
°°°
-Color favorito.-declaro agarrando unas palomitas del bowl.
-Azul.-respondemos al mismo tiempo, rompemos en carcajadas los dos.
Damon es todo lo contrario a lo que imagine, es muy gracioso, amable, y hasta ahora no ha intentado propasarse conmigo, claro que uno que otra broma subida de tono, desde que Damon llegó fuimos al extenso patio de mi casa y nos sentamos en el pasto verde uno frente al otro solo con el bowl en medio, obviamente fui a cambiarme y busqué unas palomitas para pasar el rato, luego como si nada comenzamos a hacernos preguntas sobre nosotros.
Me enteré tiene 22 años, tiene una hermana menor, como de mi edad, la que estaba con él esta mañana cuando nos conocimos, se llama Larissa, me contó que se hizo Alpha a los 17 cuando su padre murió en una guerrilla que hubo contra los vampiros, tiempo después su madre murió por depresión, los hombres lobo somos inmortales, solo hay dos cosas que puede matarnos que es la plata, empuñada en una herida de guerra con una bala de plata o algo así, y bueno de depresión por la perdida de tu mate. Tuvo que ser muy duro para él.
Con cada pregunta íbamos cambiando de tema hasta que vi el reloj y eran las 9:00 pm dios que rápido pasa el tiempo.
-Primer beso.-dice.
-Peter Robinson, a los 14 años en el cumpleaños de Anna, jugando verdad o reto, aunque no creo que cuente como un beso porque fue obligado y yo no quería... él tenía brackets, pero de los gigantescos y que le tenía fobia a las niñas, al final lo empujaron y me clavo uno de esos brackets en el labio, así que si eso no cuenta, no, no lo he dado ese día sangre demasiado y de hecho me quedo una pequeña cicatriz dentro del labio, ¿quieres observarla?
-Sara Lebeauter una francesa, estudiante de intercambio a los 12 años, ella tenía 18, fue en el baño del instituto y también perdí mi virginidad ese día, no me siento orgulloso de eso, estaba nervioso, ella era toda una experta y yo ni siquiera sabia como ponerme un condón. Y... sí, para ver.-dijo para cambiar de tema.
-Mm... ya es tarde creo que deberías irte, mi padre debe de estar por llegar.-mentí descaradamente porque mi padre nunca esta los fines de semana, siempre está en reuniones con otras manadas, se supone que debe ir su porta voz que es su beta, pero quien le saca de la cabeza que él no debe ir, en fin, hasta se me hizo raro que mi madre su hubiese quedado porque usualmente se van los dos por no pueden estar lejos el uno del otro, que melosos, lo sé.
Sin embargo, estoy molesta. No, más bien indignada, porque… ¡Es que yo ni siquiera le pregunte eso! Y de paso me echa en cara que fue con esa "francesita", espero no enterarme de que sigue en su manada porque juro que... ya cálmate me digo a mi misma, de todos modos él es mi mate, sin embargo, eso no significa seamos algo. No tengo por qué reclamarle, ¨claro que tienes porque, es tú ¡mate!¨ me reclama Ross en un regaño, la ignoro, mi loba y yo estamos celosas, solo que yo no lo admitiría, me pongo de pie y camino hasta la casa, justo cuando paso por la sala, me toman del brazo, por favor Damon no hagas una escena cliche, digo en mi mente, cuando me voltea tiene una sonrisa de superioridad en su rostro, será creído.
¨¿Qué tienen de malo los clichés?¨ dice en mi cabeza, espere... ¡¿cómo carajos hizo eso?!
-Eres mi mate, preciosa y podemos hablar por link como con tu loba, solo que sin querer lo abriste. Ahora, cambiando de tema... ¿estás celosa?-responde sonriendo, idiota.
-¿Celosa yo? Para nada, no somos ni amigos sin contar que te acabo de conocer esta mañana serás creído.-le digo tratando de soltarme de sus brazos, repito esto es una discusión muy cliché.
-Oh princesa hace un rato la estábamos pasando muy bien hasta que mencioné el tema de mi virginidad cambiaste drásticamente de humor, pero tranquila, amor. Para mí eres la única en mi corazón desde ahora hasta siempre, ¡Oh! Y déjame recordarte que hay lobos que el mismo día de conocer a su pareja se casan, se marcan mutuamente y se entregan en cuerpo y…-lo interrumpo.
-Yo no soy esa clase de loba.- le declaro de mala gana.
-No obstante como soy todo un caballero prefiero cortejarte a la antigua.-me contesta viendo me a los ojos, me derrito que tonta soy, me puse energúmena por algo que pasó hace 8 años cuando era un pre-adolescente hormonal, dios tendré que ir a un psiquiátrico.
-Igual me tenía que ir, bella. tengo unos papeles que terminar en casa, pero antes no me mostraste esa cicatriz.-termina formulando, oh esa sonrisa, puede pasar todo el día así y me encanta, yo, en cambio, me quedo así y parezco retrasada.
-Sí claro... mira esta aquí entre el canino y este otro casi no se observa, pero...-empiezo a tocarme el labio, pero me callo cuando siento algo en mis lab...
ME ESTABA BESANDO.
DAMON WHITE ME ESTÁ BESANDO EN MEDIO DE MI CASA.
Al principio no lo seguí, continuaba en shock, medio segundo después pase mis manos por su cuello y seguí el beso, era lento. Dios, siento que estoy besando una parte del cielo.
Me toma delicadamente de la cintura y me pega más cerca a él, sus labios son la gloria, tan suaves, mi loba estaba en descontrol, el beso fue subiendo de temperatura hasta que nos separamos un poco por falta de aire, tenemos nuestras frentes pegadas y los ojos cerrados jadeando por la intensidad del beso.
-Adiós, Damon.- le digo sonriendo.
-Adiós, bella.- me da un pequeño beso antes de irse.
Creo que me gusta mi mate.