Desviando la atención de mis brazos, mi polla era la otra estrella de ese clip.
Presionados contra la tela húmeda de mis pantalones cortos de nailon, mis genitales eran bastante visibles hasta el punto en que cualquiera podría haber dicho que no estaba circuncidado con tanto prepucio a la vista y que yo era lo que llamamos una "ducha".
¡No te preocupes, yo también fui cultivador!
El vídeo tenía una duración de siete segundos.
"¡Rayos! ¡Qué buena pinta tengo!". Esa fue mi primera reacción.
El clip empezó con un plano de cuerpo entero, desde la cabeza hasta los pies descalzos. Luego la cámara se movió hacia mí, enfocándose cada vez más en mis axilas. Yo gruñía: "¡¿Qué demonios haces?! ¿Me estás grabando las axilas?". La voz detrás de la cámara respondía: "Sí". Yo reía, y el video se cor
