1 S I D E D L O V E

4696 Palabras
¿Qué demonios sería yo sin ti? Siempre fuimos los dos, nuestro destino era encontrarnos y permanecer juntos, no de la manera en la que lo hacemos hoy. Sigo estremeciéndome al mínimo toque, sigo sin encontrar respuestas, sigo diciendo que te necesito y sigo siendo tan patético por no esmerarme en conseguirte por completo. Estoy cansado de perder almas gemelas, así que cuando empecemos, no estaré solo esta vez, finalmente puedo ver que estás tan jodido como yo. Quiero hacer las cosas bien, sin mentiras y quemándonos con honestidad. Estoy echando de menos la manera en que solía ser. Nuestro amor unilateral, tú enamorado de mí, yo de él, y él de lo que pudo ser ¿Vale la pena romper tu corazón? Espero que no se quiebre demasiado, has tenido suficiente castigo al recibir mi indiferencia porque no podría llamarlo de otra forma. Dudo que seas consciente del daño que nos hacemos, todo está perfecto para ti, creo que te encantó la idea de nosotros más que lo que era real. En una lista de las peores personas yo aparecería en el primer puesto, dejando a Taehyung en segundo y por último a Jungkook, mi mejor y más grande amigo. Cierto que fueron nuestras estúpidas decisiones las que nos trajeron hasta aquí. Jungkook por mentir tan bien cuando se suponía que nuestra promesa precisamente nos prohibía hacerlo, el pacto de no ocultarnos nada; Taehyung por ocultar la carta de mi castaño y yo por actuar como un idiota durante todo este tiempo. Convertir una vivencia en un recuerdo no lo hace menos doloroso, no si a diario te encuentras con el amor de tu vida y le mientes vilmente acerca de tus sentimientos. Hay tanto que necesita ser explicado y la mejor forma es cubriendo todos los huecos. Pasar los días y las noches en casa se volvió costumbre. Mamá sólo pasaba para ducharse y cambiarse de ropa, a los diez años ya sabía que significaba ser responsable. Me encargaba de hacer el aseo en casa al regresar de la escuela, cuando estaba muy aburrido preparaba la comida. Recién nos mudamos a este barrio, los vecinos eran personas muy amables, una en especial, la señora Jeon. Ella era hermosa y de un corazón bondadoso, muchas veces fuimos juntos a comprar la despensa junto al pequeño Jungkook, el único hijo de mi vecina, a pesar de ser mayor que él congeniábamos bien. Me gustaría que mamá no hubiese decidido mudarse, pero yo sólo acataba. Al menos, la señora EunJi me dejaba seguirla visitando y de paso a su hijo. Adoraba esa casa, funcionaba como un verdadero hogar aún con dos personas. Por lo que sabía, el señor Jeon murió en un accidente de tráfico. Las veces que se hizo demasiado tarde, la señora EunJi me dejó quedarme a pasar la noche en su casa. Recuerdo todas esas veces en las que me quedaba hablando con Jungkook de todo lo que nos gustaba hasta quedarnos dormidos. Jungkook despertaba en mí un lado protector. Muchas veces preferí llevarlo en la espalda antes que dejarlo pisar esos enormes charcos de lodo que se formaban en medio de la calle después de una tremenda tormenta. El rodeaba mi cuello con sus cortos bracitos. Pensé erróneamente que lo veía como a un hermano. A los doce años, después de besar por primera vez a una chica en el juego de la botella, supe lo que en realidad era ese niño dos años menor que yo en mi vida. 13 de noviembre de 2016 Me convertí en un cobarde, incapaz de enfrentar mi realidad. En cuanto mi celular sonó, salí de entre las sabanas de Jungkook dejando un poco de mi alma ahí. Iría a casa de Taehyung, ya que, mencionó que su madre no estaría. Al final no supe si estaba en su casa o si pasó la noche con su amigo. Si quería que todo saliera bien tendría que ponerle más atención al rubio. Iría caminando, quedaba a veinte minutos y conocía perfectamente el barrio como para preocuparme. Si la historia se repitiera, pensaría a fondo la propuesta de mi novio, ahora entiendo que fui impulsivo al aceptar salir con él. Tenemos casi dos años juntos y muchas cosas cambiaron. Taehyung se volvió más posesivo, al punto de llamarme a cada hora para corroborar mi ubicación, he logrado burlarlo. Y Jungkook, él también ha cambiado, lo noto más comprensivo, responsable y en ciertas ocasiones, un tanto triste. Esa característica de él es la que menos me ha gustado. Dudo ser capaz de continuar así, lastimando a las personas que más aprecio. Si término con Taehyung, volveré a ver a Jungkook todos los días y si dejo de meterme entre las piernas de mi hermoso castaño, jamás tendré la oportunidad de volver a tenerlo, pero sería injusto para Taehyung. Jungkook dice que sólo quiero llevar a Taehyung a la cama para darle un recuerdo, todos sabemos que, de ser así, no tendré deudas que saldar con él y podré darlo por terminado. Me convertí en una versión masculina de mi madre, sólo que ella sabe lo que quiere y lo tiene a como dé lugar. Por otra parte, yo ni siquiera soy capaz de aceptar en lo que me convertí. 30 de diciembre de 2014 Sin previo aviso Taehyung pasó por mí en la tarde, honestamente mis ánimos se encontraban por el piso y es que no me explico por qué Jungkook está tan furioso conmigo cuando debería ser al revés, él fue quien faltó a mi graduación. Al menos me hubiese gustado tenerlo ahí conmigo, pero como dijo Taehyung, ahora Jungkook estaría ocupado con su chica. Mi novio me echó en cara la gran dependencia que tenía hacía el menor, en parte es cierto, pasamos gran parte de nuestra vida juntos que se volvió una costumbre. Me encontraba cómodamente tirado en mi cama, observaba el desastre que el rubio empezaba en mi habitación. La escena me parecía irreal, alguien no cuadraba en mi hogar, pero me prometí que permanecería a su lado hasta saber qué hacer cuando Jungkook apareciera con su chica, era una jugada sucia contra Taehyung, pero realmente no lo pensé bien, y cómo no es una excusa válida, me haría responsable. ㅡ ¡Esto se te verá increíble! ㅡdijo el dueño de unos risos rebeldes al señalar el conjunto que preparó para mí. El conjunto de ropa que eligió no iba para nada conmigo era de lo que menos utilizaba, ya sea porque fueron regalos o porque lo compré por impulso. ㅡIré a ponérmelo ㅡTaehyung aplaudió satisfecho. Me reincorporé, tomé las prendas y fui al baño. Tardé más en retirar las prendas que traía encima que en ponerme la ropa de la fiesta. Era una camisa de un amarillo chillón a juego con un pantalón de mezclilla n***o, tampoco me encontraba con ganas de salir. Sin embargo, Tae quería ir a la fiesta de Mark. Después de esa noche parte de mi rutina consistía en asistir a las fiestas porque sabia que Jungkook estaría ahí, aunque no solo. 23 de enero de 2015 Odiaba verlo con alguien más y cómo iban las cosas tal vez la situación seguiría repitiéndose, en un sólo mes vi con mis propios ojos a Jungkook siendo tratado cual vil objeto. Detestaba esa faceta suya, y aún más, que siguiera negándose a hablar conmigo. No me permitía estar a menos de un metro de distancia por lo que al finalizar la fiesta solía buscarlo para sacarlo de la habitación en donde se metía con el primer tipo que le viniera en gana y de ahí me aseguraba a lo lejos de que llegara bien a casa, pero esta vez era diferente. El rubio terminó por llenarme el vaso y estallé. Así que mucha paciencia, hoy no tenía. Llegué a la fiesta de Jackson, últimamente ahí es donde podía encontrar a mi castaño amigo. Taehyung se quedó con su amigo cuando me alejé al ver que la discusión se me iba de las manos. Cualquier persona que en verdad se tome la molestia de conocerme, sabe que jamás alguien podría estar por encima de Jungkook, ni siquiera mi novio porque, aunque es estúpido, Jungkook es y será mi primer amor e incluso, por respeto no tendría que haberlo llamado de esa forma tan vulgar. La mayoría en el lugar eran invitados recurrentes, supongo que más de uno ha visto la típica escena de Jungkook huyendo de mí. Busqué por todos lados y no lo encontré, por una parte, me sentí aliviado de no verlo, pero me preocupaba que se hubiese hartado de mí hasta el punto de buscar un nuevo lugar fuera de mi vista para poder ligarse a alguien. Resulta extraño que todos sus encuentros carnales sean con hombres siendo que su primer amor fue una chica, ¿tan decepcionante fue para él? Siendo ese el caso entendería porque seguía enfadado, no estuve para él cuando me necesitó. ㅡEl polluelo ya tiene agendada una cita ㅡantes de ver al dueño de esa voz tuve que mover ambas manos para alejar parte del humo que me aventaron desvergonzadamente a la cara. ㅡEstúpido Jin ㅡsabía de sobra que aquél tipo fue el primero en meterse con Jungkook, un supuesto amigoㅡ ¿Desde cuándo te gusta ayudar a la caridad? Río con cinismo y dio otra calada a su cigarro, perdí la atención de sus orbes al tiempo que señalaba con discreción a un enorme chico de cabellera plateada. ㅡSabemos que no soy del tipo que da limosna los domingos, y no es que me caigas bien. Aquí entre nos, esta es la tercera vez que Namjoon busca a nuestro Kookie, y que yo recuerde, el polluelo no lo hace tan bien. No le daría el gusto de verme enfadado, aún si por dentro ya me había encargado de dejar su rostro marcado en la pared ㅡ. Así que, ¿Te interesa el ligue de Kookie? ㅡMentiría al decir que no. Como si lo hubiéramos invocado, Jungkook entró a la casa, con la vista buscó a Namjoon y al no verlo se fue al baño de la plana baja. Tendría que hacer algo antes de que el par se pusiera en contacto. ㅡMe debes una grande ㅡal terminar de decir aquello, abandoné a Jin, quién observaba todo de pie junto a la barra en casa de Jackson. Sin pensar mucho en qué decir fui con Namjoon, él se encontraba cerca de la sala, llevó su mano al bolsillo y tuve que apresurar el paso. ㅡ ¡Ey! ㅡllamé su atención y él desconcertado hizo un movimiento de cabeza para saber que tenía su atenciónㅡ ¿Esperas a alguien? ㅡme paré frente a él. ㅡAlgo así ㅡrespondió desconcertado, sentí su mirada recorrerme por completo. Asquerosoㅡ ¿Y tú? ¿Vienes sólo? ㅡasentíㅡ. Siempre te veo con el rubio, ¿Te cansaste de él? ㅡAlgo así ㅡimité sus palabras iniciales y éste sonrió dejando un par de hoyuelos a la vista. ㅡSabes, me estoy aburriendo aquí abajo ¿Qué te parece si subimos un rato? ㅡpude simplemente decirle que no, y cómo no, el idiota me tomó desprevenido y pasó su mano por mis glúteos. Llevé mi diestra en un piño directamente a su rostro, tambaleó un poco antes de reaccionar y devolverme el golpe en las costillas, me quedé sin aire, Namjoon lo aprovechó para tumbarme en el piso y ponerse sobre mí, alcancé a taparme el rostro e inútilmente me retorcía para quedar libre. De entré los gritos que se escuchaban, uno en particular, llamó mi atención. Se trataba de Jungkook, al no ver reacción por parte del tipo que seguía tirando golpes, el pequeño Jungkook se abalanzó hasta hacerlo caer. Nadie lo esperaba, por lo que me llevó varios segundos reaccionar a lo que él decía. Extendió una mano frente a mí y me ayudó a ponerme de pie, sólo así fui consciente del alboroto que se hizo y la razón de que el castaño acudiera en mi rescate. Aún tomados de la mano caminamos entre el gentío, dejando atrás al tipo en el suelo. De reojo vi a Jin desplazándose hasta alcanzarlo. El gusto de sentir su calor me duró poco, ya fuera de la casa, se dio la vuelta y sin fuerza golpeó mi cabeza soltando nuestras manos. ㅡ ¿Ahora también te metes en peleas? ㅡpara nada era agradable verlo furioso conmigo. Volvió a darme la espalda y yo me quedé en mi lugar, sin saber qué hacer ㅡ. Sígueme, no puedes andar por ahí con esa pinta de vándalo. No lo dijo dos veces porque ya estaba caminando sobre sus pasos. Las calles solitarias no se inmutaban ante nuestra presencia, podría caer un alfiler y lo escucharíamos. Cualquier otro día en el pasado, bromearíamos en el camino de lo mal que actuaba algún personaje de la cartelera reciente en el cine y sin miedo terminaríamos el recorrido pegados hombro a hombro. En espera de que la luz de paso cambiara a verde, miré un poco de su perfil con la periferia. Creí ver una pequeña lagrima rodar por su mejilla, y si lo fue, no podría saberlo. Jungkook bajó la vista a sus manos jugando a entrelazar sus dedos y a deshacer la acción. La luz de pasó para peatones cambió y él avanzó. Llegamos a la puerta de su casa, metió las manos a su bolsillo y sacó las llaves, al acercarlas a la cerradura dudó un poco, con la mano temblorosa la giró, empujó y entró primero, al ver que se alejaba me atreví a pasar cerrando tras de mí. La sala de estar se encontraba en silencio, la señora Jeon probablemente se quedaría en el hospital a doblar turno. Ambos nos dirigimos al piso de arriba, señaló su habitación y entré a espera que regresara con lo necesario del botiquín del baño. ㅡMamá me ha preguntado por ti, le dije que estabas ocupado con los preparativos para la universidad así que no digas más ㅡcomentó al regresar del baño. La cama se hundió a mi lado. Sacó una torunda y la remojó con un poco de alcohol. ㅡ ¿Saldrá tarde del trabajo? ㅡafirmó con un movimiento de cabeza, su mirada por fin se encontró con la mía. ㅡLlega mañana en la mañana, ¿No pensarás que te dejaré regresar a casa, cierto? ㅡme encogí de hombros restándole importanciaㅡ. Acércate un poco ㅡsu mano fue directo a la herida de mis labios, en el camino los remojé con la lengua intentando calmar el escozor. Fruncí la nariz al sentir la bolita de algodón en la comisura, retiré la vista de su rostro para centrarme en lo que hacía. La torunda se impregno de las pequeñas cantidades de sangre que aún teníaㅡ. Es lo mejor que puedo hacer, no tengo parches los he usado para... ㅡdejó la oración incompleta. Por mí mejor, ya sospechaba para qué los estuvo utilizando. Volvió la vista a la entrada de su habitación notificando su pronta partida, se incorporó con las cosas en las manos. ㅡEspera ㅡsujeté su muñeca evitando que se alejara y causando que las cosas cayeran por la repentina acción. Si ésta era la última oportunidad para acercarme a él, no quería desperdiciarlaㅡ. Lo siento. Lamento tanto no pasarme antes por tu casa, creí que estaría mal hacerlo, que tal vez estarías ocupado con tu novia la cual parece que ya no existe. El rostro de Jungkook palideció y tal como le pedí, no se movió ni un ápice. Volvió a sentarse a mi lado. ㅡE-exactamente, ¿q-qué sucedió el último día de clases? No fue necesario especificar, de sobra sabía en qué momento las cosas se tornaron mal en nuestra relación. ­ㅡAquella vez te esperaba como de costumbre, tardabas más de lo normal y para evitar cruzarnos dejé a Tae para esperarte porque necesitaba pasar por la dirección. Al regresar él dijo que ibas a declararte ante la chica que te gustaba ㅡrecordarlo dolíaㅡ. Honestamente me sentí herido, nunca me lo mencionaste. Puede que por eso haya aceptado los sentimientos de Taehyung sin darle muchas vueltas. Después de eso no me dejó solo y al saber que salías con alguien, yo tampoco quería estarlo. Entonces te fui a buscar y estabas muy molesto, tienes razón. Un amigo no te abandona, lo siento tanto Jungkook. ㅡ ¿Dices que él no te dio nada? ㅡasentí sin entenderㅡ. Entonces fue lo que sucedió. Hubo un enorme malentendido, ¿qué hago? ㅡpequeñas líneas se formaban en su frente. Evité responder pues suponía hablaba con él mismo. Acerqué mis manos a su rostro acunándolo, el espacio que nos separaba se volvía inexistente. Me lamentaría toda la vida por haber desperdiciado tanto tiempo. Jungkook no se opuso, ladeó su rostro para darme mejor acceso. Fue apenas un rose y todo mi cuerpo reaccionó, pero no. Tuve que mantener el control. Detestaba la idea de ser uno más del montón que robó la inocencia de mi Kookie. ㅡNo estoy listo para ser un error ㅡsusurró cerrando los ojos y dejándose llevar. ㅡNunca lo serás. Esa fue la primera vez que dormimos abrazados, Jungkook se removía en la cama hasta encontrar una posición cómoda, su frente descansaba en mi pecho y con ambos brazos rodee su cuerpo. Estábamos demasiado heridos y caímos. 13 de noviembre del 2016 Tal como dijo. Nadie se encontraba en el interior de su casa, tampoco él porque nadie se había asomado cuando llamé a la puerta. Él siempre me dijo que cuando fuese una emergencia podía usar la llave que dejaban encima del marco de la puerta. Al ser un lugar tranquilo jamás se preocupa por quitar la llave. ㅡ ¡Lo tengo! ㅡusé la llave de respuesta para ingresar al interior de la casa. Me cansé lo suficiente como para no querer salir de nuevo. Lo esperaría en su habitación y hablaría con él en la mañana por el momento sólo le enviaría un mensaje para que supiera que lo estaría esperando en su casa. La casa de Taehyung igual a mi casa, la diferencia era que en la de él había dos personas habitando el interior y aun con eso, la energía que se sentía al ingresar se alejaba por mucho de la grata sensación que me causaba visitar a Jungkook en la de él, una felicidad te abrazaba al entrar. Cerré la puerta tras de mí, dejándome los zapatos en caso de tener que salir corriendo de ahí si su madre llegaba antes como en otras ocasiones donde tuve que fugarme por la ventana de la habitación de mi novio. Su habitación tenia la puerta abierta como siempre. Encendí la luz de su habitación encontrándome con un desastre en sus cosas. Rara vez lo veía en ese estado. Ahora que estaba convencido de ser una mejor persona con él, pensé que acomodar su habitación contaría como una buena acción. Aprendí que, para hacer el aseo de manera fácil, primero debes empezar por los grandes desastres como lo era su cama. Seguí con sus zapatos y quise finalizar guardando las prendas de ropa en su lugar. Su armario era tres veces más grande que él mío, seguía sin entender su fascinación por la ropa cara y bonita como la llamaba él. Sin darme cuenta ya había pasado una hora, quise revisar mi celular para ver si tenía alguna notificación de él, ya que acostumbraba a responderme a los segundos. ㅡEso explica porque mi celular no hace ruido. Mi celular se descargó, olvidé traer mi cargador por lo que tendría que usar el de Tae. Busqué en el primer cajón sin éxito. Nunca lo ocupé cuando me encontraba con él. Busqué por las orillas de la cama, debajo de ella, en el pequeño escritorio donde tenia sus cuadernos, al remover sus cosas se cayó una de las libretas. Me agaché para recogerla y ponerla en su lugar de esta salió un sobre y tuve que agacharme por segunda vez para ponerlo en su lugar o eso pensaba hasta que vi el nombre escrito en él. "Para ChimChim" ㅡImposible... Cuando pequeños, Jimin solía llamarme así. Incluso eso tenían en común él y Kook. Lo que debería causarme cierta ternura, me causó mucha tristeza. Jungkook y Taehyung dependían de una horrible persona como yo. Sacudí mi cabeza para despejarme. El sobre tenía mi nombre, no haría daño a nadie si lo abría, ¿verdad? La letra no se parecía en nada a la de Tae. Mientras leía las primeras palabras, escuché la puerta de la entrada abrirse. ㅡ ¡SOY YO, JIMIN! ㅡanuncio su llegada. ¡Hola Jimin! Quería poner tu antiguo apodo al sobre sólo para molestar, no te enojes ¿sí? Bien, este es Jungkook. ㅡ ¿Qué haces? ㅡpreguntó Tae al verme sentado en el borde de su cama. Poco a poco su vista dio con el objeto entre mis manos. Regresé la carta al sobre. Tae palideció y momentos después empezó a reír. Era una risa desesperada acompañada de lagrimas saliendo de sus ojos. ㅡTaehyung ㅡlo llamé aun sin entender el motivo de que él tuviese esa carta entre sus cosas. ㅡJimin yo lo merezco ㅡdijo mientras daba palmadas a su propio pechoㅡ. Yo merezco tu amor más que nadie. Me he esforzado para agradarte desde la primera vez que te vi y definitivamente Jungkook, él nunca será suficiente para ti. ㅡ ¿Qué hiciste? ㅡpregunté al levantar la carta. De nuevo su risa, empezaba a exasperarme al no entender lo que sucedía. ㅡEse día estaba preocupado de que ustedes dos empezaran a salir, pero ese tonto me puso las cosas tan fáciles. Hubieses visto su cara cuando me entregó la carta fue la ultima vez que lo vi sonreír y estoy tan jodidamente feliz de ser el motivo, ¿sabes? Igual las cosas hubiesen terminado de este modo. Si tú y él hubiesen salido primero, yo habría terminado entre tus sabanas y eso él nunca te lo habría perdonado ㅡdio dos pasos en mi dirección, mismos que yo retrocedíㅡ. Ahora lo entiendes. Yo Kim Taehyung te perdono por ponerme los cuernos con tu mejor amigo, te perdono por todo Jimin. Olvidemos esto, empecemos de nuevo, ¿quieres? Por primera vez lo veía perdiendo la cordura. A pesar de todas nuestras peleas él nunca dijo nada malo de mí, siempre se ensañaba en señalar los defectos de Jungkook y hasta cierta parte lo comprendía, pero esto... decirme que todo el tiempo supo que yo lo engañaba y él a mí era nuevo. Ya no tenia ningún motivo para seguir con mis mentiras ni para seguir usándolos. Era libre. ㅡLo siento Tae ㅡél me miró ahora sin comprenderㅡ. Es momento de terminar. ㅡP-pero te dije que te perdonaba. ㅡY por eso te pido que paremos esto. No es justo para nadie. Cómo enojarme con él cuando yo hacía lo mismo. Al principio lo usaba para intentar llenar el vacío que dejó Jungkook y cuando lo recuperé, lo usé sólo para no sentirme mal conmigo. En una lista de las peores personas yo aparecería en el primer puesto, dejando a Taehyung en segundo y por último a Jungkook, mi mejor y más grande amigo. Cierto que fueron nuestras estúpidas decisiones las que nos trajeron hasta aquí. Jungkook por mentir tan bien cuando se suponía que nuestra promesa precisamente nos prohibía hacerlo, el pacto de no ocultarnos nada; Taehyung por ocultar la carta de mi castaño y yo por actuar como un idiota durante todo este tiempo. Bastaron esas ultimas palabras para que dejara de intentarlo escuché cosas caer dentro de la casa, opté por no mirar atrás. El sol aun no salía e igual el cielo empezaba a aclararse. El cansancio con el que había llegado a la casa del rubio se esfumó al entender que podía estar con Jungkook. Corrí todo lo que daban mis piernas para llegar cuanto antes a su casa, esperaba que su madre aun no hubiese llegado de lo contrario tendría que disculparme con ella por el escándalo que pensaba armar. ㅡ ¡JUNGKOOK! Todo mi cuerpo sudaba por haber corrido como un desquiciado hasta aquí. Escuché sus pasos del otro lado, bajando las escaleras rápidamente. Al abrir la puerta me encontré con su hermoso rostro lleno de preocupación. Su cabello castaño revuelto por culpa de su almohada y sus ojos medio hinchados a causa del sueño. Sólo vestía con su bata de baño. ㅡ ¿Pasó algo? ㅡTe amo ㅡabrió sus ojos todo lo que la hinchazón se lo permitió, su boca entreabierta boqueaba intentando decir algoㅡ. Debí decirlo hace tiempo y no por eso es menos sincero. Te amo Jungkook, te amo con la poca cordura que tengo. Entré sin pedir permiso cerrando la puerta sin mirar. Quería decirle todo, pero la emoción no abandonaba mi cuerpo. Puse una mano tras su espalda rodeándolo y con la otra levanté sus piernas cargándolo al estilo cuento de hadas. ㅡEspera Jimin, bájame y dime qué pasa ㅡse removía entre mis brazos. Subí las escaleras hasta que llegamos a su habitación y entonces lo deposité con cuidado en su cama. Molesto por no darle ninguna explicación, me arrojó una de sus almohadas. Mis rodillas tocaron el piso de su habitación. Al no comprender, Jungkook se sentó en el borde de la cama quedando frente a mí, lo miré desde abajo dedicándole una sonrisa, respondió de igual manera. Dirigió su mano hasta las hebras de mi cabello, peinándolo suavemente sin importarle la humedad causada por el sudor. Recargué mi mentón en sus rodillas dejando un fugaz beso en estas. ㅡ ¿Me vas a decir qué pasa o tengo que preocuparme? ㅡbusqué en mi bolsillo la carta que no pude terminar de leer y se la entreguéㅡ ¿es para mí? ㅡpreguntó enternecido. ㅡEn realidad es para mí, necesito que lo leas ㅡdejó mi cabello para sacar la carta del sobre, me quedé contemplando su rostro. ㅡBien, dice: ¡Hola Jimin! Quería poner tu antiguo apodo al sobre sólo para molestar, no te enojes ¿sí? Bien, este es Jungkook. Quien tiene que confesarte algo y es que te adoro Jimin, que eres la persona más increíble sobre la faz de la tierra, claro después de mamá, pero eso lo sabes. Decir las cosas a través de esta carta no me gustaría, sólo quiero que tengas una idea de lo que planeo decirte en cuanto llegues a mi casa porque te estaré esperando. Quiero aclarar que no es una etapa, me aseguré de reafirmar lo que sentía por ti, en realidad, lo que he sentido por ti desde hace años, pero cuando uno es niño es difícil identificar sus sentimientos. Aunque, ten por seguro que, en ningún momento he dudado ni siquiera por un segundo. En fin ese no era el punto, pero tenía que usar el espacio o se vería muy vacío. No me hagas esperarte mucho, ¿sí? ㅡLamento la demora. ㅡEsto ㅡseguía mirando el papel entre sus manosㅡ. Es demasiado vergonzoso Park ㅡsonrió apenado. Su personalidad cambió demasiado a causa de todos esos sucesos. Sin embargo, siempre lo he querido tanto si es el chiquillo berrinchudo de hace unos años o el joven tranquilo de ahora, todo de él me hace quererlo. ㅡPromete que no volverás a ocultarme nada ㅡbajó la vista. ㅡLo prometo. Entendí la lección y acerca de... ㅡNo hablemos de eso ahora. Me puse de pie un poco adolorido al estar en el suelo. Aparte las sabanas de la cama para que Jungkook se recostara, debía tener sueño aun. Entendió la intención y se recostó palmeando el lugar vacío a su lado, me deshice de mis zapatos antes de acomodarme con él. ㅡ ¿Te vas a quedar hoy? ㅡpreguntó acomodándose sobre mi pecho. ㅡMe quedaré todo el tiempo que quieras, amor ㅡescondió su rostro. Cerré los ojos sin preocupación, más tarde, el día de mañana y los días siguientes podría despertar con él entre mis brazos. Los cabos sueltos los podríamos arreglar con calma. ㅡTe amo Jimin, pero eso ya lo sabes ㅡlo escuché sin decir más. Podría acostumbrarme a eso. Los detalles los dejaría para después. Por ahora para mí era suficiente estar a su lado.
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