Punto de vista de Jake
Sé que a nadie le cae bien Sam aquí. Es una mierda tener que fingir que estamos de acuerdo con ellos.
“No deberíamos fingir. Ella es una hermana increíble. Nunca ha hecho daño a nadie. Siempre es amable, sin importar lo que le pase. Es fuerte. Ha soportado tanto, Jake. Pero aún así sigue siendo ella misma, feliz y burbujeante”, gruñe Nanuk hacia mí.
Es verdad. Ella es hermosa, inteligente, fuerte. Demonios, me gana en cada pelea que tenemos. La única que no puede vencer es la familia alfa. Siempre he estado tan orgulloso de ella por eso. La posición debería ser suya. Ella es la gemela más fuerte, pero todos sabemos que Carson nunca la elegiría. Lyssa influye mucho en sus decisiones. Así que, por lo tanto, yo soy el futuro Beta.
Casi exploto cuando Peirce, uno de los guerreros, la llamó vaca gorda. Tuve que morderme la mejilla tan fuerte que saboreé mi sangre. Mis puños se cerraron y se abrieron a mi lado. Tenía que responderle con cuidado.
Amo a mi hermana, pero no quería ser uno de esos tipos. Sé que si no estuviera de acuerdo perdería a todos mis amigos. ¿Quién sabe si Carson me quitaría el puesto de beta? Así que, estuve de acuerdo. Dije lo que dije. Me dolió tanto decirlo. Estaba tan enojado y decepcionado conmigo mismo. Nanuk me ignoró por el resto del día.
Escuché un alboroto y vi a todos señalando a Sam mientras corría lejos. Podía sentir su tristeza. ¿Qué pasó? ¿Ella me escuchó? No, no estaba cerca de mí, podría haberla olfateado.
Le dije a los chicos que los vería más tarde y corrí a casa. Entré corriendo en la sala y lancé mis zapatos en el armario del pasillo. Pude oler el perfume de Vainilla y Azúcar de Sam. Lo seguí hasta su habitación. Pude oírla sollozando.
Nanuk gimoteó y luego gruñó hacia mí.
“Es claramente nuestra culpa”, dijo bruscamente.
“No hay forma de que me haya escuchado. Cállate, Nanuk. Intenta hablar con Akira”.
“No puedo, ambos tienen sus defensas levantadas”, pude sentir su enojo. Pude decir que esto era uno de esos momentos en los que él se negaría a hablar con nadie ni con sus lobos. Se pone así cuando está extremadamente enfadado. Qué suerte la mía.
Llamé a su puerta y esperé una respuesta, pero no obtuve ninguna. Me fui a mi habitación y comencé a jugar videojuegos. Tenía que encontrar algo para pasar el tiempo. Normalmente, Sam y yo jugaríamos a Call of Duty juntos. Todavía podía sentir sus emociones. Eran lo suficientemente poderosas como para empezar a afectarme.
Después de jugar durante un par de horas, miré la hora. Era hora de empezar a prepararme para la ceremonia. Bajé corriendo y encontré a mi mamá y mi papá sentados en el invernadero.
—¡Hola mamá, hola papá! —Besé a mi mamá en la sien.
—¡Hola cariño, ¿cómo estuvo el entrenamiento? —Somos una familia unida.
—Fue bien. Oye, para la ceremonia, ¿qué quieres que me ponga? —pregunté.
—Ya he elegido tus trajes. Sam estaba dormida cuando fui a verla, ¿puedes asegurarte de que esté despierta ahora y darle su vestido? Ambos trajes están en mi habitación, colgados en una bolsa para la ropa.
Asentí con la cabeza y subí las escaleras. Agarré ambas bolsas y miré la mía. Por supuesto, era un esmoquin con una pajarita. Odio esas malditas cosas. Abrí la de Sam y vi que era su vestido de color favorito. Verde menta con cristales por toda la tela. Era hermoso. Ahora solo tenía que hacer que ella abriera la puerta.
Llamé a la puerta y, como era de esperar, no hubo respuesta. Sacudí la manija y estaba cerrada con llave.
—Sam, abre. —Sé que está ahí, puedo olerla. Se siente tan triste, con una oleada de enfado. ¿Qué demonios está pasando? —Sam, ¿qué pasa? Siento tu tristeza y enojo desde aquí—dije un poco más severamente. No hubo respuesta. Intenté enlazar mentalmente con ella, pero ella tenía su bloqueo activado. ¿Por qué me está bloqueando?
Gruño de frustración y bajo las escaleras a contarle a mi mamá que no está respondiendo y le entrego la bolsa de ropa. Mi papá me levanta una ceja como preguntándome qué pasa. Encogí los hombros y subí de nuevo las escaleras para arreglarme.
A las 10:00 nadie ha visto ni oído a Samantha. La ceremonia es a medianoche, así que tenemos que movernos si queremos llegar a tiempo. Bajo vestido con mi esmoquin, peino hacia atrás mi pelo castaño oscuro y bajo las escaleras.
—¿Dónde está Sam?— pregunta mi papá.
Encogí los hombros.
—¿No estaba ya aquí abajo con ustedes? —Él niega con la cabeza y mi mamá parece preocupada.
Todos subimos y llamamos a su puerta. Sin respuesta. Ni siquiera puedo olerla ahí adentro. Miro a mi papá y puedo decir que él notó lo mismo. Sus ojos verdes comienzan a volverse negros y puedo ver su lobo, Cain, en la superficie. Rompe la manija y abre la puerta.
—Samantha cariño, ¿estás lista? —mi mamá pregunta mientras entra. No está aquí. La ventana está abierta.
—Jake, hijo, revisa el baño —mi papá ordena.
—Sí, señor. —Miro en el baño y, como se esperaba, ella no está allí. Salgo y siento que el cristal cruje bajo mi peso. Miro y veo la foto familiar de nosotros hecha pedazos y el marco en el suelo. La recojo y la sostengo en mis manos.
“¿Qué quieres decir con esto, Nanuk?”, él gimotea pero no responde. Veo un sobre en su almohada. Tengo un mal presentimiento sobre esto.
—Mamá, papá, no me gusta esto. ¿Quieren leerlo ustedes o yo? —Mi mamá toma el papel de mis manos y rasga el sobre apresuradamente. Ella grita y cae al suelo. Mi papá corre a su lado. Esa es su compañera y puede sentir que ella está sufriendo. Cojo la carta y comienzo a leer.
—Lo siento. No puedo quedarme. Lo siento por ser una decepción. Lo siento por ser una carga. Lo siento por no ser lo suficientemente buena. Lo siento por ser débil; lo siento por ser molesta. Lo siento por ser un desperdicio feo y gordo de espacio. Lo siento por todo lo que está mal en mí. Al menos nadie tendrá que aguantarme más. Jake, si estás leyendo esto, solo quiero que sepas que nunca iba a tomar el puesto de Beta de ti. El título era legítimamente tuyo. Lo siento que te hayas quedado conmigo como hermana y gemela. Lo siento mamá y papá. Lo siento que hayan tenido que quedarse conmigo como hija. Desearía haber sido mejor. Sé que no importa cuánto me odies y no puedas soportar estar cerca de mí, los amo a todos con todo mi corazón. Akira y yo los extrañaremos a todos. Ya no seremos una carga para ustedes. Sé que la manada me odia. Solo son amables conmigo porque deben hacerlo. Arreglaré ese problema por ustedes ahora. Me estoy yendo. No volveré. Estoy haciendo esto por el bienestar de la manada. Siempre los llevaré en mi corazón. Los extrañaré. Los amo.
—Jake, ¿de qué está hablando? ¿Qué está pasando? —pregunta mi papá mientras consuela a mi mamá.
—Ella debe haber escuchado cuando hablaba con los chicos. Dije cosas que no quería decir. Fueron solo los chicos bromeando... No sabía que me escuchaba.
Pregunta qué dije y no respondo. Veo que sus ojos se oscurecen y vuelve a preguntar. Sorprendentemente, está calmado. Eso es cuando asusta. Su lobo está bajo control.
—¿Qué dijiste? —dice usando su comando beta completo. Mi lobo se somete y no tenemos más opción que contarle. Después de haber explicado todo lo que dije, mi mamá tiene una expresión de decepción en su rostro.
Mi papá comienza a gritar.
—Dios Jake, ¿piensas antes de hablar? Esto no es como tú. Tú y tu hermana siempre han sido cercanos. ¿Por qué demonios dirías algo así? Si pensabas que ella te escuchaba o no, no es excusa. Vas a arreglar esto. Necesitamos encontrarla primero, pero vas a arreglar esto. La ceremonia es pronto y si no nos apuramos, no llegaremos a tiempo. Voy a comunicarme mentalmente con el alfa y hacerle saber lo que está pasando.
Sus ojos se nublan mientras se comunica con el papá de Carson y yo me comunico con Carson para contarle lo que está pasando.
“Es posible que lleguemos tarde; Sam se ha escapado de casa. No podemos encontrarla. Voy a ir a buscarla con mi familia”, él me responde inmediatamente.
“Voy a hablar con mi papá. Bueno, enviaré algunos rastreadores. ¿Qué pasó, hombre? Son cercanos y ella también te apartó”, Carson sabe de nuestra situación.
“Nos escuchó en el lago después del entrenamiento. Escuchó cada palabra que dije sobre ella. Dejó una carta. Cree que no la amamos, que yo no la amo. Dijo que no quería ser una carga o un desperdicio de m*****o de la manada. Dijo que se iba y no volvería. Estoy en pánico. No puedo perder a mi hermana. Sé que a ti no te importa ella. Ninguno de los otros miembros de la manada lo hace, excepto mi familia y tu papá. No sé por qué dije lo que dije. Debería haberla defendido. Tengo que encontrarla”.
Puedo sentir a Nanuk dando vueltas en mi mente. Tampoco está contento. Quiere que su hermana regrese. Está tratando de ponerse en contacto con Akira. Carson me dice que su papá ha enviado rastreadores para encontrarla. Van a posponer la ceremonia hasta que la encontremos. La familia del alfa se dirige hacia aquí y mi mamá, papá y yo intentamos comunicarnos mentalmente con Samantha. Ella tiene sus barreras levantadas.
—Papá, si el alfa intenta comunicarse con ella al mismo tiempo que todos nosotros, eso puede ser suficiente para derribar sus barreras. —Él está de acuerdo. Puedes ver que me está mirando fijamente. No está feliz. Sé que metí la pata. Metí la pata de forma estrepitosa.
La familia del alfa golpea la puerta y Luna Marie corre hacia mi mamá para abrazarla. Mi papá muestra la carta de despedida de Sam al alfa y él agarra ambos a Carson y a mí por la nuca de nuestras camisas. Todos en la habitación bajan la cabeza en sumisión, sabiendo que su lobo está al mando. Ambos tragamos saliva y sabemos que estamos en un gran problema.
—Papá, yo no hice… —Carson comienza pero es interrumpido.
—Cállate. Ahora. No has hecho nada físicamente, pero no hiciste nada para evitar que esto sucediera. Eres un alfa. El siguiente en línea para esta manada completa. Cuida de tu manada. Vela por tu manada. Es tu trabajo nutrir y proteger a TODOS en esta manada. Fallaste a esta manada. Fallaste a Samantha. Estoy decepcionado de ti —dice el Alfa Aaron. Sus ojos cambiando entre su marrón habitual y el n***o. No está equivocado. Los alfas deben proteger a su manada, cuidar de ellos, amarlos, ayudarlos. Todos fallamos. Carson gime mientras su lobo se somete a su papá.
Se voltea hacia mí y me preparo mentalmente para que me regañe ahora.
—Y tú, joven Beta. Esta carta dice que eres parte de la razón por la que tu propia hermana se ha ido. No solo son hermanos, son gemelos. Son más fuertes juntos. Ni siquiera voy a malgastar mi aliento en una conferencia para ti. Puedo ver la tristeza y el arrepentimiento en tus ojos. La culpa de lo que has hecho será suficiente castigo.
Él mira a mi papá mientras decepciona tanto a mí como a Carson.
—Tengo a mis mejores rastreadores buscándola, David, la encontraremos. Sigue intentando conectar con ella. Yo también lo haré. Salgamos todos a buscarla. Cuantas más personas busquemos, mejores serán las posibilidades de encontrarla. Solo espero que no sea demasiado tarde.
Nos inclinamos ante nuestro alfa y nos preparamos para iniciar nuestra búsqueda.
Cuando salimos, mi papá grita:
—Logré comunicarme con ella. Estoy intentando establecer la conexión, pero ella lo está resistiendo. —Está temblando, ya sea por la ira o el nerviosismo.
Lo que Sam esté diciendo o haciendo lo afecta.
—No, no, no. Ella volvió a bloquearme. Jake, ¿qué quiso decir con 'no más mentiras'? Eso fue lo único que me gritó antes de cortar la conexión.
Le digo que no sé. Es entonces cuando todos lo escuchamos. Ella está gritando a través del vínculo de la manada entera.
—Yo, Samantha Layne, corto y rompo todos los lazos con la Manada de las Montañas Blue Ridge. A partir de ahora, seré una loba solitaria.
Sentimos cómo se rompen los vínculos y el alfa vacila un poco ante la pérdida de un m*****o de la manada. Mamá grita y cae al suelo. Mi papá la levanta y la acurruca en su pecho. Perdió a uno de sus cachorros y es culpa mía. Papá está gimoteando. Nunca pensé que escucharía a un hombre como él gimotear. De repente, caigo al suelo con un dolor extremo. Mis huesos empiezan a romperse, mi piel está brillante de sudor. Grito con todas mis fuerzas.
—Está transformándose, todos retrocedan y déjenlo espacio —dice el alfa. Mis padres solo observan, sabiendo que Sam está pasando por lo mismo en soledad.
Termino la transformación y, vaya, eso fue doloroso. Nanuk simplemente resopla. Me pongo de pie en las cuatro patas y observo a todos a mi alrededor. Mamá y papá se acercan cuidadosamente. Siempre es bueno tener precaución al acercarse a un lobo recién transformado por si están confundidos o no tienen control sobre su lobo. Una vez que ven que tengo el control, mamá acaricia mi pelaje. Me mira con asombro.
—¿Qué pasa, mamá? —Solo niega con la cabeza.
—Tenías razón, cariño. Te pareces mucho a tu papá... eres de un gris oscuro, pero tu pelaje brilla a la luz, casi como plata. Es hermoso. —Me trae un espejo y me muestra cómo luzco.
Tiene razón, aunque me pone triste. Ojalá Sam no tuviera que pasar por esto sola. Me pregunto cómo se verá. Nanuk y yo gimoteamos juntos. Mamá y papá deben saber lo que estoy pensando porque también gimen.
La familia del alfa se retira para darnos el espacio que todos podríamos aprovechar. Antes de irse, el alfa Aaron y la Luna Marie abrazan a mis padres y el alfa dice:
—No nos rendiremos, David, Lucy, les prometo que la encontraremos. No nos detendremos.
Mis padres asienten agradecidos y mientras se despiden, yo me alejo trotando.
Carson se transforma e intenta seguirme, pero solo quiero estar solo. Le gruño y su lobo eriza el pelaje, desaprobando la falta de respeto. Bajo la cabeza en disculpa y sumisión.
“Solo quiero estar solo”, le comunico mentalmente. Él asiente y se da la vuelta para irse.
Levanto mi hocico en el aire para intentar oler a mi gemela. No puedo, se fue y es culpa mía. Aúllo. Se puede escuchar mi dolor en este aullido. No pasa mucho tiempo antes de que escuche a mis padres aullar. Pronto, toda la manada se une a mi canto de dolor. Como si les importara. Ellos son igual de culpables que yo. Las cosas van a cambiar. Me aseguraré de eso.