Alora decidió ignorar el mensaje de Eduardo, pues no quería revivir sucesos dolorosos del pasado, le había dolido en gran medida el haberlo visto besarse hace dos años con otra mujer, había confiado plenamente en él, ella había pensado que él era el hombre de su vida, y por tal motivo se llevó la decepción más grande que había vivido hasta ese punto de su existencia.
Ahora, dos años después, había aparecido en su vida de nueva cuenta ¿qué pretendía hacer estando en la oficina del señor Lobosom? Ella dudaba que la había estado buscando todo ese tiempo, de hecho había agradecido a la vida que no se lo hubiera topado nunca más después de aquella noche que se fue corriendo entre lágrimas, con el corazón desarmado por la herida que Eduardo le había causado.
Dejó el teléfono a un lado, para u
