Capítulo Trece South Bronx, Nueva York "Cuando las líneas paralelas de tu corazón y tu espíritu se unan, ya no arrojarán una sombra sobre esta roca de esclavitud humana llamada Tierra". El orador se detuvo a mirar alrededor de la habitación mal iluminada. Mientras sus ojos entrecerrados barrían la habitación llena de descontentos, inadaptados sociales y otros desechos humanos, de vez en cuando dudaba en sujetar a un hombre con su mirada penetrante. Angelgrace Casperian, de treinta y ocho años, de unos 1,80 m de altura, delgada y demacrada, recordaba a un superviviente de un campo de concentración. Pero su voz era profunda y suave, como la campana de una catedral al atardecer. Su cabello n***o colgaba en rastas y trenzas al azar, cayendo hasta la mitad de su espalda y sobre sus ojos. Pá

