Kagome Mike se ha aparecido de la nada en mi oficina y es algo que me tiene nerviosa. Él me mira con una sonrisa estúpida y yo lo invito a sentarse. —Amor... No sabía que venías hoy—murmuro mordiendo mis labios. —Te quise dar una sorpresa—contesta mientras se acerca a mi lentamente. Cierro los ojos y cuando los abro él se encuentra frente a mí con una enorme sonrisa. Ahora me doy cuenta de que fue lo primero en llamar mi atención de Mike. Él tiene el don de haber nacido con una sonrisa bastante cautivante. Son esas clases de sonrisas por las cuales haces todo lo imposible por siempre tenerla. —Una muy buena sorpresa—me besa y luego se separa. —Quiero que salgamos esta noche—suspiro mirando a otro lugar. Aguanta Kagome, solo es saber dónde esta Naraku y luego jamás volver a verlo. —C

