(27 de mayo 2012)
Todo iba muy tranquilo y eso era extraño, la mayoría de las veces, mi día empezaba muy mal, pero hoy era diferente y eso me daba mala espina, yo no podía tener un día normal o algo malo pasaba, siempre era así.
Baje de mi habitación a la cocina, donde mi madre estaba preparando el desayuno.
-¿Saldrás hoy? -me pregunto, mientras yo tomaba jugo.
-Si, iré con Alex al doctor, últimamente no ha podido dormir y su padre le hizo una cita con el médico y le de pastillas para dormir -le digo y ella asiente. Me da mi desayunó y me apuro a comer. De hecho las pastillas para dormir eran para los dos, pero si le decía a mi mamá, tremendo drama que me armaría.
Salí de la casa y comencé a caminar, me puse mis audífonos y olvide todo lo de mi alrededor, veía el panorama con otro punto de vista, en silencio y eso era lindo, el ruido solo provocaba controversia en mi cabeza y despertaban las voces, a lo lejos pude ver a América, hablando por teléfono y mirándome, hice como que lo vi, simplemente la pase de largo, pero se que algo estaba tramando y yo tenía que ser mas rápida que ella. Llegue al lugar donde me vería con Alex y lo vi sentando en una banca, lentamente me acerqué a el y tape sus ojos.
-Llegué -le susurré y le di un besó en la mejilla, destapé sus ojos y me senté a su lado, él estaba sonriendo, de acercó y me dio un beso en la mejilla.
-Me alegraste el día -dijo él, ese simple comentario me hizo sonrojar, él era tan lindo.
Fuimos al médico, salimos del lugar y unas cuadras antes, vi a América y estaba haciendo lo mismo que antes.
-Alex -le hable y lo jale para otro lado.
-¿Que pasa? -me preguntó, mientras yo me aseguraba que nadie nos siguiera.
-América esta tramando algo, se que me esta vigilando y es por que algo trama, sea cual sea el asunto, si algo me pasa tienes que ir con mi tío y decirle lo que pasa, yo siempre trataré la manera de regresar.
-Nada va a pasarte...
-Alex, es América de la que estamos hablando, sus celos la harán tomar decisiones drásticas y todo para sacarme de su camino -le dije y llegamos a su departamento, el lugar donde vivía con sus dos mejores amigos.
-¿Estarás bien? -me preguntó y le Sonreí.
-Estare viva Alex, eso es lo importante -le dije mientras lo empujaba hacia adentro de su edificio y cerraba la puerta. Lentamente me aleje de él, comencé a caminar rápido hacia mi lugar seguro, la casa de mi mejor amigo.
Faltaban dos calles y sabia que estaban detrás de mi. Solo una calle y vi a mi mejor amigo afuera, él me vio y me sonrió, lo demás paso demasiado rápido para mi gusto.
Una camioneta me corto el pasó, de ella bajaron tres hombre encapuchados, solo le di una mirada a mi mejor amigo que corría hacía mi, pero no pudo hacer nada, por que yo, ya no veía nada y tampoco reaccionaba, todo esto era plan de América de eso estaba segura.
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Había mas de dos voces y una era de ella, había mucho eco, eso me decía que estaba en un cuarto vacío, con pesadez, comencé a abrir los ojos y frente a mi estaban dos hombres y América. Sabia que esto era plan de ella.
-Despertaste primita -dijo ella con burla y yo le Sonreí.
-Si sabes que cuando salga de aquí, te mataré -le digo haciendo que pierda su sonrisa. La veo mirar mirar a los hombres que hay a mi alrededor y trata de disimular su miedo.
-Solo muerta saldrás de aquí -dijo haciéndome reír.
-¿Estas segura? -le pregunté y ella se veia mas nerviosa de lo normal, se alejo de mi y se acerco a esos dos hombres.
-Es suya, hagan lo que quieran con ella -les dijo y uno de ellos suspiro.
-Y la traición viene siempre de la familia -dijo y eso me hizo reír.
-Asi me maten nada sera tuyo, por que si yo muero, todo tiene otro dueño ya y jamas sabrás quien es, pero tu no lo eres -le dije haciéndola ponerse roja de la rabia. Uno de los hombros la saco del cuarto, junto a ellos salieron varios hombres que me tenían rodeada.
-Una virgen -dijo con su asquerosa mirada en mi, me reí de él.
-Un castrado -le dije burlona, así iba a terminar si se le ocurría ponerme una mano encima, lo mataría de la peor manera. La puerta se abrió y entro el hombre qué se llevó a América.
-Ni se te ocurra tocarla, ella es mía -dijo el recién llegado, ganándose una mirada molesta del otro.
-Oh vamos Andrés, siempre las compartes conmigo -dijo y el tal Andrés lo miro mal.
-Esta vez no, ya te dije, la tocas y te ira mal -dijo y me miro -Yo me encargare de ella -dijo acercándose a mi -No te muevas, ni intentes nada -dijo y lo mire burlona.
-¿Miedo? -le pregunte. Desató las manos y me levantó, le dio una ultima mirada a ese hombre y salimos de ese pequeño cuarto, el pasillo era frío y solitario y olía asqueroso.
Llegamos a una habitación muy descuidada y por lo visto esa iba a hacer mía. No sabia cuanto iba a estar ahí, pero haría lo necesario por sobrevivir.
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(09 de Junio 2012)
Ya habían pasado dos semanas, las peores de mi vida, había bajado de peso tan drásticamente, siempre buscaba una manera para escapar, pero no me daban tiempo, Jessi estaba desesperada al igual que yo.
La puerta de mi cárcel se abrió y entro Andrés, algo molesto. Eso no es bueno, la mayoría de veces que el secuestrador esta enojado, la víctima es la que sufre todo y en este caso la víctima seria yo.
-Saldre de Viaje, una semana para ser exactos, así que te quedarás aquí por tu cuenta, sin mi protección ¿Sabes a lo que me refiero? -me preguntó y asentí, el otro tipo tratara de abusar de mi, cerré los ojos y suspire, sabia que esto pasaría, sabia que por mucho que Andrés me cuidará, ese tipo terminaría violando.
Los gritos de Andrés se oían hasta mi habitación o prisión como me gustaba decirle, las ordenes eran claras. Estaba prohibido tocarme, aunque se que eso no servirá de nada.
Unas horas después Andrés se fue y todo quedo en silencio, una chica llego con mi comida, bueno no creo que comer pan sea comida, pero ya es algo. Algo extraño fue que aparte del pan había carne y puré, temerosa comencé a comerlo bajo la supervisión de ella. Una vez terminé ella se fue, ahí no te que algo andaba mal, mi cuerpo no lo sentía, estaba ausente y mi mente estaba nublada, podía verlo todo pero no podía reaccionar. ¡Maldita sea! Me había drogado ese idiota.
El estaba en la puerta de la habitación mirándome con una sonrisa ganadora, lentamente comenzó a acercarse a mi, sabia lo que sucedería, ya no había otra salida, no podía hacer nada.
Mis gritos internos se mezclaban con los de Jessi, su rabia era evidente, Jessi no podía hacer nada por defenderme. Mis ojos seguían derramando lágrimas, mi pecho dolía, al igual que mi cuerpo, esto era un infierno.
El idiota seguía hablando, yo solo quería que terminará, me quería morir, el dolor era insoportable y fue mas cuando vi que no estaba satisfecho teniéndome así, riendo me volteó boca abajo, mi respiración se detuvo al saber cuál era su otro objetivó.
"-Me las pagarás maldito, te juró que te haré pagar todo esto.
Jessi gritaba mientras lloraba, sus gritos y los mios eran desgarradores, en cuestión de minutos había ido al infierno dos veces.
Lo sentí dejar de moverse y quitarse de mi, tal parece que todo había acabado, lo oí reír, su risa, su maldita risa. No se que fue lo que dijo antes de irse, pero me importaba una mierda, ya me había destruido completamente. Alguien entro a la habitación, era la chica que me traía la comida, estaba llorando cuando se acerco a mi.
-Disculpeme señorita, no sabia lo que traía la comida -dijo llorando mientras me veía, no sabia si tocarme o no -Trate de llamar al señor Andrés, pero no pude comunicarme con él.
Mi cuerpo parecía recobrar el sentido, todo mi cuerpo comenzó a doler, ella se levantó y se fue, a los minutos regreso con un traste con agua y un trapo, comenzó a lavarme lentamente y cuando volvía a mojar el trapo el agua se mezclaba con sangre, mi sangre.
-Lo mataré.
-Señorita...
-Me vengare de él y lo matare de la peor manera que puede existir.
-Yo la ayudare señorita.
Ese idiota, la pagaría muy caro, lo haría ir al infierno mas veces de las que el me hizo ir a mi, de eso estaba segura.