CAPITULO 4: EL SUEÑO

1037 Palabras
Estaba preparandome para alcanzar a Dante para tomar un refrigerio cuando lo escuché por detrás de mi.. - ¿Lista? Mel te estoy esperando... - ¿Qué? Ah! cierto disculpa, ya voy, ya voy. - Ahora si cuéntame ¿por qué tan triste? - Hay Dante... los encontré ahí en el parque tan felices, como si nada en esta vida les preocupara y ¿sabes? ella está embarazada y me duele en el fondo saber que tendré un sobrino al que jamás conoceré. - Mel lo siento mucho, en verdad si pudiera hacer algo para hacer que tú olvides ese mal episodio de tu vida créeme que lo haría. - Muchas gracias Dante, bastante haces con tenderme tu hombro para llorar, pero ya no hablemos de desgracias que tengo mucho trabajo y tengo que terminar de preparar a ese chico que acaba de llegar, para ser sincera me quedé impactada de lo guapo que es. - Era Mel, era... recuerda que ya está muerto. -Tienes razón, bueno pues te dejo que tengo que terminar. Traté de comer lo mas rápido para no tener que darle mas explicaciones a Dante por el motivo que estaba llorando, quería regresar y seguir observándolo, es tan atractivo. Lo sé puedo estar loca por querer volver a ver ese rostro pero me impactó tanto. Hay Diego por qué te conocí asi en estás circunstancias y no en otro momento de nuestras vidas, juro que de a verte visto me hubiera lanzado sobre ti. (jajaja) Sentir su piel tan suave, tan lindo color blanco como la leche, ese cabello que aún se siente tan suave. Volví a quitar la sábana por completo y ahora si no cabe duda que estoy mas loca que ayer, enamorarme de un muerto. Terminó mi jornada laboral y me fuí agotada de regreso a mi casa, tenía un cansancio tan impresionante, había tenido mucho trabajo, aunque el motivo principal de mi cansancio había sido aquel encuentro que había tenido con ellos en ese parque, no sé si me vieron aunque traté de que no fuera así. Tomé una ducha de 30 minutos con agua muy caliente y después me serví un té relajante, de esos que tomaba mi tía cuando sentía el mundo se estaba en contra de ella. Terminé de secarme el cabello y me acosté cerrando los ojos para caer rendida del cansancio. - ¿Diego? pero tú... estabas ahí, sin vida... Espera ¿por qué corres? soy Mel, bueno quizá no me conoces pero yo soy la chica que te recibió hace unas horas en la morgue. Maldición! caí de la cama del susto, menos mal todo era un simple sueño, tenía las manos y el rostro sudado de lo impresionante que creo que fué ese sueño, mira que imaginarme ver a ese hombre tan guapo vivo y corriendo por un hermoso jardin. Volví a dormir pues al otro día tendría que ir a recoger mi auto ya que estaba en la agencia para que le compusieran un pinchazo que tuvo en una de sus llantas. Me recosté y volví a caer en los brazos de morfeo. Al siguiente día me despertó mi alarma tan fastidiosa, ya eran las 1:00pm y me dispuse a darme un largo estirón de brazos y de pies, tomé una ducha y justo cuando estaba en el baño recordé ese sueño tan extraño que tuve en la madrugada y justo ahí vino a mi memoria que le había quitado aquella pulsera a ese hombre. Terminé de arreglarme y fuí a buscar en mi bata de una noche anterior aquella pulsera... ahí estaba, la coloqué en mi habitación como un recuerdo de haber conocido a el hombre mas guapo que jamás mis ojos hayan visto. Me dispuse a desayunar mientras veía un poco de noticias. No... eso es una mentira... Justo están hablando del accidente que según Diego tuvo, del cual están mintiendo, por que él no murió atropellado por un auto, ni siquiera tenía indicios de aquello, el falleció de impactos de bala y en especial de uno en el pecho lo cual hizo que se desangrara. No entiendo como pueden engañar a la gente de esa manera, como pueden esconder algo tan delicado con tal de no dar a saber lo grave que está la delincuencia en estos momentos. En fin, la policía sabrá que es lo mejor, no le dí mucha importancia y tomé mi bolso para dar rumbo a la agencia por mi auto, ya llevaba varios días en tener que ir a pie o en taxi al trabajo y ya era hora de poder tener mi auto de regreso. Realmente el lugar era muy cerca de mi domicilio por lo que decidí ir caminando y así podía hacer un poco de caminata, podía ir observando a la gente y podía despejar un rato mi mente de tantas cosas que me habían pasado un día antes. Mientras observaba la ciudad nuevamente vino a mi mente aquel hombre, esos ojos tan hermosos color azul, que apenas si se le veían de lo dilatadas que tenía las pupilas, me tenía tan impactada. En verdad era un hombre tan guapo, tan atractivo, en vida tenía que a ver sido un adonis... Me puse a pensar quien habría tenido el alma tan retorcida para a verle arrebatado la vida con tan sólo 23 años. Volví a pasar por aquel parque donde un día antes había visto a mi hermana y a Jesús mi ex prometido. Se me erizo la piel al recordar tan horrible encuentro y mejor decidí ir a lo que iba. Por fin estaba listo mi auto y yo era la más feliz pues así tendría menos posibilidades de volver a encontrarme a esos traidores pues ya no tendría que andar caminando en la calle o en el bus. Regresé a mi casa para dormir un rato más ya que mas tarde me tocaría nuevamente tener que ir a trabajar... sí, así de aburrida era mi vida, del trabajo a mi casa, y de mi casa al trabajo, no tendría otra opción pues no contaba con amigos ni con vida social, me había refugiado en la nada, realmente sólo tenía a aquel Dante conmigo, un buen compañero de trabajo.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR