PHOEBE Noah entró de nuevo al departamento y después de mirarme de mala manera se fue directo a su habitación. —¿Viste cómo me miró? —pregunté a Aida. —Yo si fuera él te miraría de la misma manera. —la miré con la ceja alzada—. El malo de su cuento vino de nuevo a arruinar lo que por primera vez podría ser una relación de verdad que te conoce. Sin importar si es un posible felices para siempre o un felices hasta nunca. Sabes que desde hace mucho tiempo Noah idolatra a Omar o la idea de tener un padre y vio una oportunidad de por fin tener lo que tanto ha deseado. —Sabes que no fue mi culpa el que no pudiera darle una familia o un padre como él lo ha querido. —dije sintiendo como mi nariz y mis ojos comenzaban a arder. Aida se acercó a mí y acaricio mi espalda. —Lo sé, pero en este mom

