-¿Crees que cuando sea grande como tú pueda escribir un cuento como esté?.-pregunté mirando ilusionada a mi padre. Me encontraba sentada sobre su regazo y sus brazos me rodeaban sosteniendo el libro frente a mi. Su mirada se suavizó, y oí un pequeño suspiro de su parte. - Claro que sí, yo creo que puedes ser lo que tú quieras. –Habló pasando de página.- Pero para eso, es importante terminar todos los deberes.- terminó de decir sonriendo. -¿Lo que yo quiera? .-pregunté asombrada. -Lo que tú quieras.- respondí sonriendo. Tenía 5 años en aquella conversación y su recuerdo me persigue hasta el día de hoy y lo atesoró con fervor, ese era mi lugar seguro, mi actividad favorita y la persona que más quería en este mundo. Un pensamiento me invadió “querías”, la idea de pensar que mi padre no

