Recostada en el sofá de la sala de estar de su apartamento, Adara organiza en su mente las tareas a realizar para el día de mañana que le toca reincorporarse a su trabajo. Agradecida de Karl, logró llegar temprano a Mikonos. Eso le dio tiempo suficiente para ir a resolver algunos pendientes que no recordaba debía hacer. Entre tantas situaciones infortunadas, la abstracción en la que andaba, le había hecho olvidar por completo el pago de algunos servicios de su apartamento, además de otras cuestiones de tipo personal que había pospuesto. Estuvo parte de la tarde de un lugar a otro, por lo que llegada las cuatro de la tarde fue que realmente consideró estar en casa. Apenas Pearce la dejó en su apartamento, lo primero que hizo fue llamar a sus padres. De la emoción por tantas atenciones ol

