Vania POV.
Mi nombre es Vania Donnet, tengo 20 años y vivo en Transilvania con la familia Morgan Vladimir, ellos me ayudaron después de que la Sra. Alice me atropellara. Yo me encargo de cuidar a la pequeña Scarlett.
AÑOS ANTES...
Desperté en una habitación de color blanco así que supuse que estaba en un hospital.
Frente a mí había una mujer llorando, ella al ver que desperté se acercó corriendo a mi.
—¿Estás bien? —me pregunto mirándome muy preocupada
—Sí, ¿Qué me pasó?, ¿Qué hago aquí? —le pregunté confundida intentando sentarme en la camilla
—Es que tu ibas cruzando la calle, yo iba en mi auto, me distraje por voltear a ver a mi hija que estaba llorando y entonces, te atropelle, los médicos me dijeron que si no te hubiera traído, hubieras perdido la vida —explicó apenada mientras me ayudaba a sentarme—. ¿Cómo te llamas? —me preguntó
—¿Cómo me llamo? —pregunté en voz baja, en ese momento me di cuenta de que no recordaba nada
—Bueno de eso no te preocupes, el doctor nos dijo que es normal que no recuerdes algunas cosas. Pero conforme pase el tiempo irás recordando todo —me animó con una sonrisa
ACTUALIDAD...
Desde ese día vivo con ellos, y aún no recuerdo mucho, solo recuerdo mi nombre.
(...)
Iba por Scarlett al preescolar, cuando llegue vi que estaba hablando con un niño así que me acerque a ellos.
—Vania, él es mi amigo Evans —me dijo la pequeña señalando a su amigo con una sonrisa
—Hola Evans, yo soy Vania —me presenté con una sonrisa
—Mucho gusto Vania, pero me tengo que ir, mi papi ya llegó por mí —se despidió el pequeño, él comenzaba a alejarse
—Espera Evans —Scarlett lo detuvo—. Vania ¿Puede ir mi amigo a cenar a la casa? —me preguntó, sabía que ella necesitaba tener amigos de su edad, así que le sonreí
—Si claro, no veo ningún problema —me puse en cuclillas para estar al tamaño de Evans—, pero tenemos que ver si tu papi no tiene ningún problema —le dije con una sonrisa al pequeño
—Si, si, si —Evans y Scarlett se miraron y comenzaron a gritar emocionados
Sebastián POV.
Estaba esperando a Evans en el auto ya que estaba hablando con Scarlett y con una chica como de 20 años, no la vi bien ya que ella estaba de espaldas.
—Papi, papi, papi —me habló mi hijo muy emocionado— ¿Me dejas ir a cenar hoy a casa de Scarlett?, Porfis —termino de decir haciendo un puchero
¿Cómo me puedo resistir a esa carita?, es imposible, es tan lindo, y me recordaba a su madre, cuando me pedía algo.
—Si no hay problema en su casa, por mí está bien —le respondí y él le fue a decir a Scarlett
(...)
Fuimos a ver a Christopher y a Mariel, cuando llegamos ahí también estaban Alex, Gabriela y sus hijos.
Evans se fue a jugar con sus primos.
—Hola idiota —me saludó Gabriela con una sonrisa
—Hola b***h —le respondí devolviéndole la sonrisa
Ella y yo nos volvimos más unidos después de lo que paso, ahora ella es como mi mejor amiga.
—Que onda ChupaSangre —me saludó Alex sonriendo, él cada que me ve me dice así
—Hola perro —le sonreí
Después de estar un rato ahí, Evans se acercó a mí.
—Papi, ya es hora —me dijo emocionado
—Bueno, tenemos que irnos —me levanté del sofá en el que estaba sentado y me despedí
—¿Por qué tan pronto?, es hora de la comida —me dijo Mariel
—Cazamos un buen ciervo para ti —bromeó Christopher
—La sangre de ciervo me engorda —le sonreí y Gabriela me miró
—¿Verdad que sí?, Alex no me entiende —todos nos reímos
—Papi —Evans me jaló de la playera
—Digamos que Evans tiene una cita —miré a mi hijo y le sonreí
—¿Una cita?, ¿Y se puede saber por qué yo no estaba enterada? —dijo Gabriela mirando a Evans de brazos cruzados
Él se puso rojo y se escondió detrás de mí
—Yo tampoco estaba enterada de eso —llegó Sam por detrás de él tomándolo por sorpresa
—No es una… cita —dijo cruzándose de brazos mientras me miraba mal—. Es mi amiga
Nos fuimos a mi casa, Sam y Milo se fue con nosotros, mientras que sus hijos prefirieron quedarse a jugar.
—¿Estás listo enano? —le pregunté con una sonrisa
—Sí, ¿Cómo me veo papi? —me preguntó
—Te ves muy guapo, eres el chico más guapo de todo el mundo —le respondió Sam
—¿Enserio tía Sam? —le preguntó Evans con una sonrisa
—Claro que si peque —ella le devolvió la sonrisa
—Perdóname enana pero el más guapo soy yo —dijo Milo acercándose
—No le hagas caso Evans tú eres el mas guapo, vámonos porque si no se nos va a hacer tarde —tomé a Evans de la mano y fuimos al auto
—¡SUERTE EN TU CITA PEQUE! —le gritó Sam desde la entrada de la casa, provocando que Evans se sonrojara de nuevo
Nos subimos al auto y nos pusimos en marcha rumbo a casa de Scarlett.
Scarlett POV.
Estaba esperando a que llegara Evans a mi casa. Y en ese momento tocaron la puerta.
—¡YO ABRO! —grité y corrí a abrir la puerta—. ¡¡Hola Evans!! —lo saludé emocionada
—Hola Scarlett —me respondió él con una sonrisa
—Pasen —los invité a entrar
—Yo me tengo que ir Evans, al rato vengo por ti ¿Está bien campeón? —le preguntó su padre a Evans
—Esta bien papi, te quiero —le respondió él dándole un beso en la mejilla
Sin que me diera cuenta una lagrima salio humedeciendo mis mejillas.
—¿Estas bien? —me preguntó Evans después de que su padre se fuera
—Si, si, ven vamos con Vania —le respondí con emoción, limpiando mis lágrimas para después jalarlo a la cocina
Sebastián POV.
Después de dejar a Evans en la casa de Scarlett fui a la reserva de los Storm.
—Sebastián, ¿Qué haces aquí a esta hora? —me preguntó Christopher al verme llegar
—Vine a ver a Kira —le respondí con una sonrisa forzada
—¿Y Evans sigue en su cita? —me preguntó con una sonrisa
—Sí, acabo de llevarlo —le devolví la sonrisa
—Esta bien, pasa —me dejó entrar y se fue
Yo me dirigí a la cripta de Kira.
—Pequeña, te extraño tanto, ya han pasado 5 largos años sin ti, sin ver tu hermosa sonrisa, sin hacerte enojar, despertar, buscarte a mi lado y darme cuenta que no estás y que no estarás más conmigo. Si vieras a nuestro pequeño, está creciendo tanto y como tú querías desarrollo más su lado de Vampiro y ya hizo una nueva amiga en la escuela, él está muy feliz, pero siempre se acuerda de ti, y siempre le cuento lo maravillosa que fuiste, la buena madre que fuiste al dar tu vida por él, y siempre dice que eres su superheroína favorita —sonreí con nostalgia—. De hecho se fue a cenar con ella a su casa. Pero bueno pequeña me tengo que ir, Te Amo Tanto Kira. Eres y siempre seras Mi Alma Eterna —le dije limpiando mis lágrimas con el dorso de mi mano
—Sebas —Mariel estaba detrás de mí—. Durante estos cinco años has estado viniendo todas las noches
—Pensaba que era discreto —sonreí débilmente
—Sé que la extrañas, pero tienes que comenzar de nuevo, ¿No crees?
—Aún no estoy listo, ella fue todo para mí —admití mirándola
Ella solo me miró y me abrazó.
Erik POV.
Estaba en mi casa con mis dos princesas, hoy íbamos a ir a ver a Sam y a Milo.
—¿Estás lista princesa? —le pregunté a mi hija con una sonrisa
—Si, si, ya vámonos —me respondió muy emocionada
(...)
Cuando llegamos salió Sam corriendo.
—Hola pulgoso —me saludó dándome un abrazo con una sonrisa
—Hola, cara pálida —le dije devolviéndole el abrazo
—Que onda bro —saludé a Milo cuando salió
—Hermano, tanto tiempo sin verte —me saludó él y nos abrazamos
—Hola mi Loba —dijo Sam echándose a los brazos de Mary
—Hola Sam de mi cora —le respondió ella devolviéndole el abrazo
—Hola Pequeña —Sam se puso en cuclillas para estar a la altura de Shitsel
—Ho..la —respondió mi hija algo tímida, escondiéndose detrás de Mary
—Mira ven —Sam le extendió su mano y ella se la tomó—. Te voy a presentar a mis enanos —terminó de decir y se la llevó con sus hijos
Kyle POV.
Yo estaba en la habitación de mi hermana molestándola.
—¡YA DÉJAME EN PAZ KYLE! —me gritó ella
—¡Hijos vengan!, saluden a Shitsel —gritó mi madre entrando a la habitación con una niña de cabello n***o ondulado, muy bonita
—Hola, yo soy Nicole —se presentó mi hermana con una sonrisa—, y el tonto que está a mi lado —me señaló—, es mi hermano Kyle —yo le sonreí
—Hola —saludó ella tímidamente
—Ven vamos a jugar —le dijo Nicole y se la llevó a jugar a las muñecas
Vania POV.
Después de que Evans se fuera Scarlett se acercó a mi.
—Vania, ¿Por qué mis papis no me quieren? —le preguntó ella con lágrimas en sus ojos
—No digas eso peque, ellos te aman —le respondí poniéndome a su altura limpiando sus lágrimas
—Claro que no, ellos nunca están aquí —dijo ella con tristeza en su voz y las lágrimas resbalaban por sus mejillas
—Ellos tienen que trabajar, pero eso no quiere decir que no te quieran —le dije dándole un abrazo
—Te quiero mucho Vania —me dijo mirándome a los ojos—, tú no me dejes nunca, por favor —me pidió con lágrimas en sus ojos
—Jamás te voy a dejar sola peque —la abracé fuertemente