Corazón de Ana

¡Gracias! por hacerme sonreír

Nos montamos en el auto de Harry, pero esta vez yo iba a conducir, estaba un poco asustada ya que hace poco había sacado mi pase y solo manejaba cuando estaba con Jack ya que el me brindaba mucha confianza pero esta vez seria diferente quería hacer sonreír a Harry.

—Oye enserio quieres manejar yo lo hare tranquila,

— No manejare confía en mi no soy una experta pero se hacerlo.

Harry suspira y no dice nada, se coloca el cinturón y lo aprieta, al ver su acción yo sonrió, — ultimas palabras.

— No es gracioso Ana pero mis ultimas palabras serian, Ana eres mi luz en la oscuridad.

Al escuchar esas palabras los dos nos miramos, mis mejillas se ponen rojas, paso saliva, volteo y miro al frente.

— Bue...no en marcha, enciendo el auto y empiezo a manejar, mis manos apretaban el manubrio.

— Por favor Ana mira adelante, wow! wow! wow! ten cuidado con el anden.

— Lo se, lo se, no grites que me pones mas nerviosa, Harry estaba asustando ya que no era muy buena manejando, debía voltear pero se me dificultaba aún dar las curvas.

— Despacio Ana se que tu puedes, pon la direccionar para voltear y lo haces dessssspaaaaciiiooooo de acuerdo.

Yo solo asiento con mi cabeza y empiezo a voltear despacio, pero en ese momento se cruza un gato y freno en seco, los dos gritamos.

— ¡ahhhhh!, yo coloco mi brazo en pecho para protegerlo.

— Estas bien Harry lo siento no lo vi, yo lo miro asustada pero el solo se reía, no aparaba de reírse.

— Oye no es gracioso casi nos matamos, mejor maneja tu.

— No te preocupes Ana confió en ti, así que sigue vamos ¡ADELANTE!

Lo miro y rio, por fin después de una hora llegamos a la feria que había en el London Eye.

— querías traerme a la feria no crees que somos un poco viejos para ir a una feria.

—Noooo, además habla por ti tu eres el viejo no yo, yo soy un bebe aun, los dos nos miramos y reímos.

Cuando bajamos del auto empezamos a caminar, empecé a llevar a Harry a diferentes juegos que habían en la feria, incluso nos subíos a la montaña rusa para que el sacara toda su frustración

— Nunca te has subido a una montaña rusa?

— Si pero hace años no vengo a una feria o subirme a una montaña rusa, en ese momento cuando llegamos a la cima levanto mis brazos subiendo las de Harry también y gritamos al tiempo, en ese pequeño instante veo unas lagrimas salir de sus ojos, sabia que estaba votando toda su frustración y dolor por perder a su bebe.

Estuvimos dos horas en la feria, reímos, jugamos comimos algodón de azúcar, parecíamos unos niños, por un momento nos olvidamos de todo y vivimos el momento.

En ese momento estábamos arriba en el London Eye, mirábamos todo Londres en su mayor esplendor, nos quedamos en silencio por unos segundos hasta que Harry rompe ese silencio.

—¡Gracias! por hacerme sonreír, Gracias Ana lo necesitaba, eres mi luz.

Yo solo lo miro, no decía nada solo estaba feliz de que el estuviera mejor, en ese momento escuche mi celular y tenia seis llamadas perdidas de Jack.

—Lo siento te importa si contesto esta llamada, en ese momento nos bajamos del carrusel y empiezo a hablar con Jack.

—Ana en donde estas? debemos hablar me debes una explicación no crees, ¿donde estas?.

—Ya voy para casa y hablar, además yo también quiero hablar contigo.

—Esta bien donde estas iré por ti.

—NO!!! tranquilo pediré un auto nos vemos en casa, adiós, cuelgo el teléfono y coloco mi celular en mi cabeza. En ese momento Harry se acerca y me mira.

—Debes volver a casa, yo lo miro y hago una pequeña mueca, —Si Jack quiere hablar conmigo de lo que paso hoy.

El me abraza y me da un pequeño beso en mi cabeza, —Gracias por lo de hoy Ana enserio, me reconforto mucho, ven te llevare a casa.

Iba en el auto de Harry, sabia que seria difícil cuando llegara a casa, además quería preguntarle a Jack si aun sentía sentimientos por Sandy, al llegar al edificio Harry me mira y me toma de la mano.

—Ana si pasa algo me llamas estaré aquí de inmediato.

—No te preocupes estaré bien.

Harry se va y yo entro al edificio, al subir al ascensor estaba un poco nerviosa no quería que nuestra relación se viera afectada de nuevo por los fantasmas de nuestro pasado, al llegar al ultimo piso, me acerco a la puerta y tomo un pequeño suspiro y abro la puerta del apartamento.

Al entrar casi todas las luces están apagas, empiezo a caminar y me quedo de pie en la sala de estar buscando a Jack, cuando siento unos brazos que abrazan mis caderas, doy un pequeño brinco sorprendida