Despierto y todos se me quedan viendo.
—¿Qué?
Nadie dice nada, pero todos me miran.
Saco el espejo que tengo debajo de la carpeta y veo como mi cabello es rubio nuevamente y mis ojos son ámbar y no verdes azulados.
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—Ven conmigo — me dice Bianca y me jala del brazo
La sigo y me lleva al sótano.
—No es fácil, pero lo lograras — me dice ella y no entiendo
—De que hablas — digo muy confusa — No entiendo nada
—Adam — me dice ella
—¿Qué paso con Adam? — le digo con la voz entrecortada
—Murió Bi, él murió — me dice llorando e intenta abrazarme
Me alejo y corro hacia el salón nuevamente.
Cojo mis cosas y salgo de la universidad.
Corro lo más rápido que puedo y llego a casa.
—ADAM —grito cuando llego
—Hija — me dice mi madre con los ojos rojos de tanto llorar.
Dejo la mochila y me subo a la moto de Brias.
Manejo hacia el bosque y espero encontrar una solución.
Llego y corro hacia lo más profundo.
—No quiero esta vida, quiero la que tenía — grito y nadie me contesta
—Por favor, solo dame una oportunidad — vuelvo a decir
Rompo a llorar y caigo de rodillas en el barro.
—Tranquila mi niña, todo pasara — me dice la anciana
—Solo quiero la vida que tenía antes — le digo
—Tu vida cambiara día a día y mientras más errores cometas más sacrificios se harán — me dice ella y desaparece
¿Errores?
De que errores habla la anciana.
Me levanto y voy hacia casa.
—¿Cómo paso? — pegunto a mi madre
—Estábamos tomando desayuno, él estaba jugando con los huevos revueltos y el tenedor — dice, pero rompe a llorar.
—Habla — le digo fría y sin una pisca de tristeza
—No lo sé, solo que cuando voltee el tenedor estaba enterrado en su cuello — dice ella
13 de noviembre del 2019
Quiero enterrar ese tenedor en algún cuello y sentir lo que es asesinar a alguien.
Fue mi culpa, mi error al escribir eso.
Paso de frente a mi habitación y la cierro de golpe.
***
Quisiera decir que todo cambio, pero no fue así.
Por lo visto yo seguía cometiendo errores, porque toda mi familia murió, me quede sola.
Mis amigos se alejaron de mí, porque dicen que soy peligrosa.
La policía piensa que soy la mayor sospechosa.
Me canse de intentar detener esto y ahora estoy en una clínica psiquiátrica.
—Cuéntame los hechos Brooks — me dice mi psiquiatra
—Fui yo, por mi culpa murieron — le digo
—Quiero que me digas que hiciste exactamente Brooks, tienes que cooperar — me dice ella
—Yo lo escribí, cuentos feos, cuentos horribles, cuentos que solo hicieron mi vida aún más miserable — le digo toda ida de la realidad
—¿Qué tienen que ver esos cuentos? — me dice la psiquiatra
—La anciana lo dijo, ella me convirtió en esto — le digo
No hay nada que pueda hacer.
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Yo no soy nada.
Mi sesión termina y me voy a mi recamara.
Mi casa fue incendiada por los vecinos, decían que yo tenía una maldición.
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Y la verdad es que, si lo creo, yo soy una maldición y debería irme para siempre.
Me acuesto en el suelo y me quedo mirando un punto fijo de la habitación completamente blanca.
—Sal — me dice una voz
—No quiero, aquí estoy protegida — digo y me rio como si estuviera loca
Me quedo tirada en el suelo y a los pocos minutos escucho como las enfermeras comienzan a gritar.
—Sal o ellas sufrirán — vuelve a decirme la voz
Yo salgo y veo a las enfermeras muertas y con los ojos totalmente abiertos y blancos.
Sigo a la voz y termino en el centro del bosque.
—No!, aquí no — grito y comienzo a correr
Corro hasta que las piernas no me dan.
—Siempre t encontrare me dice la voz y desaparece.
Camino por el bosque y extrañamente ya no le temo.
Llego a la casa de la anciana y entro sin tocar.
—Mi niña — me dice ella
Rompo a llorar y recuesto mi cabeza en sus piernas.
Me quedo dormida y cuando despierto ella ya no está.
Recorro la casa y veo un plato de comida.
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Comienzo a comer todo del plato y lo dejo vacío.
Al seguir caminando veo mi block de notas tirado en el suelo con mi lápiz favorito.
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Me acerco a él y veo mis cuentos, cuentos que nunca debí escribir.
—Ya todo acabo — dice la voz nuevamente
—Lárgate, todo esto es tu culpa — le digo
La voz se ríe y desaparece.
Rompo el cuaderno el mil pedazos y lo entierro debajo de un roble.
Me hago bolita en el suelo y la lluvia comienza a caer. Me mojo en segundos, pero no me importa, ya nada me importa, estoy muerta en vida, me arrebataron a mi familia y me dejaron sola. Ya nada me importa, solo quiero un nuevo comienzo una nueva vida donde yo soy la heroína.
Me levanto y camino a casa de la anciana. Cuando entro no hay nadie en casa, me pongo lo primero que encuentro.
Un suéter, un pantalón de algodón y unas zapatillas que extrañamente me quedan.
Que empiece mi nueva vida, mi nuevo comienzo.
—Lo empezaras conmigo — dice la voz nuevamente
No le hago caso y sigo mi camino. Cojo el paraguas y salgo en busca de mi nueva vida, en busca de un futuro mejor.
Al salir de la casa camino por el centro del bosque, la lluvia no para mas bien se incrementa más.
—Solo quiero que esto pare de una vez — digo y la lluvia cesa
Suelto un largo suspiro y sigo caminando.
—Todo lo que pidas lo tendrás — dice nuevamente la voz
Quiero pensar que esa voz es parte de mi imaginación, pero aún no lo sé. Talvez sea por el trauma que mi familia murió.
Sigo caminado hasta que las piernas no me dan.
A lo lejos visualizo una cabaña, me acerco a ella y toco la puerta.
—Adelante — me dicen y paso
Me sacudo el agua para no mojar la casa.
—Buenas noches señor — saludo al señor que está sentado con una escopeta
—¿Quién eres y como has llegado hasta acá? — me dice
—Me llamo Brooks Adams y mi familia murió por eso escapé del psiquiátrico y vine al bosque — le digo
—Solo no hagas ruido, odio el ruido — me dice él y se va a una habitación
Me quito las botas llenas de barro y la dejo en la entrada, me siento en la silla y me quedo dormida.
—Tú y yo por siempre amada mía