NARRA LEYLA HAWTHORNE A medida que avanzaba, hacia ningún lugar en específico porque no tenía idea alguna de hacia dónde ir, todo lo que había pasado iba teniendo sentido en mi cabeza: desde el odio desmedido de la familia de Braden hacia mí; Paige feliz de la vida llevándome de regreso a donde Keir, mientras me hacía jurar nunca más acercarme a su familia y en especial a Braden; el mismo Braden pidiéndome que me enamorara de él... «¡Dios mío! ¿Cómo pude haber sido tan tonta y no haberme dado cuenta de la situación desde un principio?», me pregunté. Todo estaba claro. Yo era la única idiota que no había querido abrir los ojos y darme cuenta de que, desde un principio, desde mi propio único recuerdo, la que estaba mal era yo. Desde el momento en que me di cuenta de que estaba casada con

