Jefe narrando Miré bien a ella que está sentada frente a mí con los brazos cruzados esperando que le responda quién es Melissa. Su cara está muy divertida y sé que si me río estoy muerto, así que aparto la mirada para no correr ese riesgo y me rasco la cabeza poniéndome nervioso. Julia es la primera mujer que ha hecho estas cosas conmigo. Siempre respeté a Melissa e incluso creía que ya había amado a alguien, pero desde que la conocí me di cuenta de que en realidad nunca la amé, simplemente estaba acostumbrado a su presencia. Ahora, la diabla es diferente, apareció de la nada, toda erguida y loca, poniendo orden en todo esto y marcando territorio, y todavía tengo que escuchar que soy un viejo de lancha. —Estoy esperando, Otávio, ¿quién es Melissa? —pregunta de nuevo. —Melissa es mi

