Era miércoles, segundo día oficial del campamento, el segundo día en el que pondría mi plan en marcha. Había decidido ignorar a Calvin adrede, ni siquiera lo miraría.
Pero esto era un campamento e inevitablemente tenía que saber que me aparecería en todos lados. Hoy estaba previsto en las actividades ir al lago, así que me había colocado un sostén deportivo y un corto pantalón, amarrando mi cabello en un moño alto.
—Líder Claus —dijo David, uno de los niños más pequeños tocando mi cadera para llamar mi atención—, Magín no quiso vestirse.
Miré a las 3 niñas a mi cargo sentadas en una cama hablando y luego en la otra cama dos de los niños terminando de vestirse, para seguidamente dirigir mi mirada al niño que seguía en su cama mirando algún punto de infinito con el muñeco de conejo aferra
