administrar morfina puesto que puede deprimir todavía más las respiraciones.
El método de administración de un medicamento es determinado en parte por
la edad del paciente, su orientación, grado de conciencia, y su enfermedad. En
consecuencia, las dosis aproximadas son peligrosas. Es importante que el personal
de salud notifique las dificultades que tenga cuando administre un medicamento,
quizá el paciente desorientado se rehúse a deglutir la medicación oral, o el que tiene
náuseas, la vomite después de haberla tomado. El paciente que ha perdido el
conocimiento no puede tomar medicamentos, y quizá si es niño sea demasiado
pequeño para tragar una cápsula. Estas observaciones deben avisarse al médico
con el propósito de que este se ajuste a las necesidades específicas del individuo.
La dosis del medicamento es indicada por el médico tomando en cuenta peso,
edad, sexo y estado físico del paciente.
A veces el enfermo rechaza una medicación y con frecuencia son válidas las
razones que aduce para hacerlo. Si el paciente se rehúsa, debe encontrarse la razón.
Algunas razones pueden ser:
1. La medicina produce náuseas al paciente, y la vomita.
2. Es alérgico al medicamento. Durante la admisión, se debe anotar todo aquello
a que es alérgico el paciente. Algunas veces, esto no es posible, por ejemplo,