Los rastros de luz del sol se asomaban por la pequeña y única ventana que tenía en mi habitación, dándome la mejor vista qué haya yo visto en mi vida, ahí Bryan dormido en mi cama, perfecto y sensual, con un perfil que diría que yo dormía con un mismísimo dios. Ahí me quede viéndolo, observando que era mucho más guapo y sexi, que con otros ojos había yo visto, ¿por qué? No tenía la menor idea, quizás porque estaba aplazando un hecho que ocurriría, >. Me alegraba haberme cerrado de esa manera ente esos temas y no haberme dejado guiar por los malos consejos de las chicas, porque hoy podía decir que tuve la mejor experiencia, tanto en la manera, y la forma de perder la virginidad. — Es un poco inquietante que alguien te mire mientras duerme y no lo beses— dijo él con sus ojos aún cerrad

