HADES III

I

H PDV

- Hades! ¡Hades!

- Allesa dame tu mano...

- Te odio... me mataste igual que a tu madre... tú no amas a nadie...

- No... No... ¡No!

Me despierto sudado por tercera vez en esta noche y lloro, lloro de la desesperación... el no tenerle cerca me está ocasionando graves problemas y debo encontrarla, ella me ama aún... y se que me está esperando. Me levanto de la cama y voy a la cocina a tomar un poco de agua, voy al balcón y veo la ciudad de Múnich de noche... ¿donde estarás?.

Llevo una semana, una semana sin saber de Allesa, días en los que he matado a más gente a puñetazos que nunca, pero no voy a descansar.

- Llegó el reconocimiento facial de las cámaras de seguridad, es Erick, ha sido él pero no entiendo cómo ha logrado acceder a la información y a accedido a esas fotos y videos.

- Lo voy a matar

- Antes de matarlo debes averiguar donde está Allesandra, no se cómo ha hecho para estar aquí y allá, siento que no está solo con esto y presiento que sabemos quien es

- Pero ella no está en el país... o por lo menos nosotros no lo sabemos... Joder, hay que buscar a Erick

- Lo has echado como un perro Hades, puede que esto empeore las cosas

Vemos que Alan viene corriendo hacia nosotros  y entra al despacho agitado

- Hemos encontrado donde se está refugiando Visconti, no está en el lugar así que puede que hayan pistas

- Vamos

Vamos al lugar y vemos un edificio con apartamentos... algo lujoso, entramos a su piso y a su departamento, veo fotos mías, de Allesa... entro a su habitación y veo el techo de su habitación lleno de fotos de Allesa, está obsesionado con ella, entro a lo que parece ser una oficina y veo un teléfono desechable, comida China, y unos folders con fotografías de nosotros juntos en la casa de mis padres, en el centro de la villa cuando fuimos a pasear y le conté lo de mi madre. Pero el estaba en la oficina. Joder. Lauren.

Erick aún está viniendo aquí así que en algún momento se entera de que hemos estado aquí

- Alan debemos irnos y dejar todo cómo estaba no debe sospechar que vinimos este hijo de perra está demente

- Si señor

Salgo de ese departamento agitado y me arrimo a la pared del pasillo, no he podido dormir, no he podido pegar el ojo en todas estás noches sin ella, sin saber qué le están haciendo, en pensar si está viva y que esto ha sido mi culpa. Mi jodida culpa.

- Amigo necesitas darte una ducha, vamos.

- No quiero, no hay tiempo

- Pero apestas, y si la encontramos ella te olerá apestoso

- No me importa cómo huela o cómo me vea, necesito encontrarla y lo voy a hacer, se hace más de noche y no puede pasar de esta noche Chad ¡me estoy volviendo loco! Esto ha sido mi culpa

- eh, no no es tu culpa, es culpa de esos dementes que son envidiosos y rencorosos, vamos la encontraremos

Salimos del edificio y esperaremos a que el llegue. Siento dormirme un poco y quedarme rendido en el asiento. Al momento siento que agitan mi hombro.

- Ha llegado, y le hemos seguido en su salida, no podrás creer el cinismo de este tipo y de la enferma de Lauren

- ¿Donde la tiene?

- En una de tus bodegas, no sabemos con certeza que ella esté allí pero es a donde el ha ido luego de salir, iremos allá y no podrás salir en seguida, debemos esperar a que el entre y salga para poder entrar y verificar que ella esté allí, la vamos a encontrar amigo, ya casi

- Bien vayamos

Vamos a la bodega y veo entrar a el principito en mi bodega, estaba completamente seguro de que no sería tan idiota cómo para sospechar que la tendría en una de mis bodegas. ¿Cómo no me habían notificado del uso de una de ellas? Lauren es una perra, era sospechoso que ella lo tomara bien pero no hice caso.

Dos horas o tres no lo sé después lo vemos salir de allí, se monta en un auto y tomo mi teléfono para llamar a Ares

- Ares ya va saliendo

- Perfecto, ¿te lo guardo a ti o puedo divertirme un rato?

- Por lo pronto atrápalo y no lo dejes escapar

- Hermano, ¿cuando se me ha escapado una presa?

Le cuelgo y salgo del auto

- Señor espere debemos verificar que todo esté seguro y no hayan trampas

Me hacen la seña y tomo el arma que ella intento usar sacándola de mi cintura. Veo cómo le hablan los de seguridad a Alan y el me indica que está todo libre y que está restringido. Joder ¡¿que no saben que soy el puto jefe?!

- No sabes quien soy idiota, soy tu jefe así que déjame pasar sino la puta bala te atravesará esa cabeza

- Adelante señor

- Chad, sáquenle la información

Entro con cuidado en la bodega y está oscura y fría, estoy con Alan y Cal, ambos atentos. Diviso un cuerpo de pie y le apuntó y me acerco. Es ella

- ¡Es ella! - Grito frustrado - ¡Enciendan las luces!

Lo hacen y veo a mi hermosa hecha pedazos, desnuda, con moretones en su cuerpo, una herida de bala en su muslo, marcas de latigazos en sus costados, su rostro delgado, sus labios algo morados, sangre entre... sus piernas. Estiro mi brazo con lagrimas en mis ojos... y al tocarla la siento fría y veo cómo ella reacciona y hala de las cadenas y se asusta.

- Soy yo hermosa... mi amor - Ella relaja su cuerpo y sonríe débilmente

- Apestas Hades, debías darte una ducha hueles a mis axilas luego de correr

Yo rio por lo fuerte que aún está por dentro y porque es mi Allesa. Erick va a sufrir, su muerte será lenta. Y yo le daré el golpe final, lo prometo. Traen una manta y al soltarla debo cargarla porque ella está muy débil.

- ¿Haz comido algo hermosa?

- No amor, aún no, quisiera una pizza gigante... con un borde de queso motzarella y de pollo... ah!... sin champiñones y agua

Oigo su voz ronca mientras la saco de allí, al acercarme Chad correa nosotros y la ve, también se le destroza el alma al verla, le da un beso tembloroso en la frente y me mira enojado. Ambos sabemos lo qué está pensando el otro.

- Te llevaré a casa... y te compraré todas las pizzas que quieras... te daré un baño... - Y me interrumpe con un grito

- ¡No! No quiero otro baño - Comienza a temblar en mis brazos y a llorar asustada como si de repente ya no fuese ella - Por favor no otro baño duelen mucho

Mi ira va de mal en peor, ¿que le hiciste Erick? Lauren... sus ojos se cierran y al parecer se duerme.

- Te juro... - le digo con mi voz temblorosa y llena de rabia y sed de derramar su sangre por toda Alemania - Que lo haré sufrir, mientras... yo voy a cuidarte mi nena, no voy a dejarte sola