A la mañana siguiente me desperté muy temprano con la preocupación de no saber que nos diría Hernán además sabía que debía recoger el reguero que habíamos dejado la noche anterior, con la luz del día todo se ve muy distinto, así que recogí todo rápido y me fui a bañar cuando salí del baño Richard se levantó me abrazó y me besó diciendo igual que siempre —Buenos días, amor, ¿Cómo te sientes hoy? —Buenos días, amor, me siento mejor, aunque muy ansiosa con lo que nos pueda decir Hernán —le respondí. —Lo sé, pero quédate tranquila estamos juntos en esto y todo saldrá bien, me voy a dar un baño rápido para estar listo antes que Hernán llegue. —Ok amor, yo comenzaré a preparar el desayuno y por favor tápate que no soy de fierro —le dije riendo mientras iba a la cocina, preparé el café unas

