Día cuatro: Nudo

216 Palabras
—¿Crees que nos descubran? —pregunté mientras terminaba de‌ hacer el nudo. —No, estamos muy lejos de la ciudad y nadie viene aquí a esta‌ hora. —Solo esperemos no se levante. —No lo hará, lleva dos horas de muerta y tampoco creo que los‌ fantasmas existan. —Yo sí creo en su existencia, si no fuera por ti hace rato me hubiese vuelto‌ loca. —Mi deber es protegerte cueste lo que cueste. —¿Es por eso que la mataste? —Nos quería separar, y no lo podía permitir. —Ella solo quería advertirme y tú no se lo per... —¿No lo entiendes? Aunque quisieras librarte de mí no lo lograrías,‌ estamos destinados a estar juntos. —Tú no me amas, estás obsesionado de la idea que debemos estar juntos. —¡Es suficiente! Dejaremos el cuerpo en esta fosa y nos iremos a‌ casa. Aunque hubo muchas personas que quisieron advertirme y salvarme de sus garras, a la final todos morían y aquella obsesión que él tenía se volvía cada vez más grande. Por varios momentos pensé en escaparme, pero su dedicadeza y entusiasmo me volvían adicta a su presencia, a sus toqueteos y a su rara expresión de compañía sentimental.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR