Verónica Al abrir los ojos, un temor agonizante se extiende por mi cuerpo, mis ojos se dirigen a Nicolás a mi lado quien sigue durmiendo con sus brazos a mi alrededor, la verdad, es un gran alivio, porque no estaba preparada aún para lidiar con su reacción a estas horas de la mañana, ya de por si tenía que explicarle a Patrick porque Nicolás entro y no salió de mi habitación. Cosa que dentro de todo, era algo ajeno a los demás, esto era entre nosotros dos, y si el no quería hablar de ello, dejaría que siguiera así, porque la verdad, el miedo, aunque no era algo característico de los Willians, en este momento carcomía mi corazón. Porque los seres humanos, siempre tenemos alguna debilidad, y en mi caso, fingía no tenerlas para no tener que lidiar con ellas. Es como tapar el sol con u

