Lena
Sentadas con las piernas colgando en el borde del puente destrozado, Ravenna y yo mirábamos el vacío que nos separaba del otro lado, que parecía tan lejano como la posibilidad de que nos lleváramos bien alguna vez.
Miré el abismo que se extendía frente a nosotras, considerando las palabras susurradas por Elías.
"El Loco, el Mago, el Ermitaño, el Colgado..." repasé en mi mente, intentando encontrar algún sentido en sus últimas palabras.
—Ravenna, ¿y si tenemos que saltar? —sugerí, más seria de lo que había estado en toda la tarde.
Ella se rió, una carcajada que resonó en el vacío del puente roto.
—¿Saltar? Lena, querida, eso suena a un plan terrible.
—Pero piénsalo, —insistí, girándome para enfrentarla mientras me apoyaba en la barandilla inestable. —El Loco representa la fe,
