—¿No estarás interesada en Caleb, verdad? —pregunta Dylan con una ceja levantada. ¿Qué? Claro, Caleb es guapo, pero no es mi tipo. Su talento no es suficiente para conmover mi corazón, al menos eso creo. No puedo imaginarme saliendo con alguien como Caleb, que probablemente pasa horas encerrado en su habitación, ajustando y retorciendo piezas mientras crea robots. —¡Ja! ¿Qué te hizo pensar eso? Solo lo elogio por su talento, y eso es todo. Además, ¿crees que soy del tipo de mujer que se enamoraría del pariente de su novio después de verlo apenas un par de veces? —digo sacudiendo la cabeza, haciendo un pequeño puchero por dramatismo. —Mientras no te interese... —responde Dylan, aunque su ceño fruncido sigue ahí. Santo cielo. Siento la necesidad de cambiar de tema, o este viaje se va

