**Blue Velvet Club** El aire vibraba con el latido sintético de la música, una pulsación eléctrica que resonaba en los huesos. Entre el torbellino de luces neón y cuerpos entrelazados, el club era un organismo vivo, sudoroso y brillante. **Vale**, envuelta en un vestido plateado que se adhería a sus curvas como mercurio, abrazó a Lucía con la euforia de quien lleva demasiadas copas. —*¡Dios mío!* —su voz cortó el estruendo, admirando el escote de terciopelo n***o de su amiga—. *¡Hasta Afrodita pediría tu número!* **Mateo**, apostado en la barra con un whisky que destellaba ámbar bajo las luces, alzó su copa en un saludo irónico. —*Si llevaras ese traje a la junta directiva —bromeó Vale, señalando el martini en su mano—, te firmarían la venta de sus almas.* **Mark** no necesitaba

