Avon Williams Me quito los tacones dejándolos al lado de la entrada de mi habitación observando en el espejo de cuerpo completo lo sexy que me veo con el vestido que llevo puesto, me suelto el cabello dejándolo ser libre, me paso las manos por los labios sintiendo el calor que desprende la boca del ministro. ¡Joder! Deslizo las manos por mis caderas bajando un poco hasta tomar la parte final del vestido subiéndolo por encima de mis hombros, lo tiro a una de las esquina. El cuerpo humano es precioso por sí solo, pero el hecho de ser mujer me da el poder de ser arte, recorro mi cuerpo de pies a cabeza notando los chupetones en mis senos los que me sacan un par de sonrisas traviesas al imaginar la forma de cobrarme tal acto por parte del Ministro. Volteo y veo los azotes que dejo en mi cu

